Tengo miedo a hablar de Benjamí Villoslada, dueño de Menéame
Desde que el dueño de Menéame, Benjamí Villoslada, apareció por la web pidiendo perras a los usuarios a cambio de humo, consideré interesante escribir una serie de artículos para documentar la evolución del proceso. Los ordeno por relevancia:
-Benjamí sufre ataques de histrionismo y embiste desquiciadamente contra cualquier usuario que parezca contradecirle, incluidos aquellos que en realidad le daban la razón: www.mediatize.info/tema/ORANGETERAPY/dueno-fundador-meneame-enloquece-
-José El Finanzas destapa el "negocio" de las cuentaparticipaciones mediante el que Benjamí quiere sacar los cuartos a los usuarios www.mediatize.info/tema/ORANGETERAPY/jose-finanzas-vuelve-meneame-dest
-Baneos de José El Finanzas y otro usuario por criticar el "negocio" de las cuentaparticipaciones www.mediatize.info/tema/ORANGETERAPY/nuevo-meneame-benjami-baneos-indi
Pues bien, hoy debo confesaros que el miedo me atenaza cuando pienso en seguir escribiendo acerca de Benjamí y su "monetización creativa" de Menéame a costa de los pardillos. Y tengo razones de peso para ello. Todo comenzó con este hilo en el que Benjamí, el admin Charles Dexter Ward y el ex admin Ripio hablan sobre mí a raíz de que otro usuario colgase una foto mía:
www.meneame.net/notame/3658214
www.meneame.net/notame/3658217
Mi inquietud siguió creciendo y se convirtió en pánico después de que Benjamí escribiese este mensaje sobre las 3 de la madrugada de hoy:
www.meneame.net/notame/3658414
Pensaréis que me amedrenta estar en el punto de mira de un empresario tan influyente. Y no es ilógica vuestra hipótesis. Un hombre de 60 años que comparte piso con otros dos (véase www.meneame.net/notame/3658337 ), ha creado y gestiona la página web de una clínica dental familiar y, para colmo, trabaja día y noche hasta el punto de ser capaz de alumbrar tan sesudos comentarios bien entrada la madrugada, representa una amenaza muy a tener en cuenta para cualquiera. Sin embargo, no es ésta la causa de mi temor.
Si no fuera por su histrionismo, Benjamí sería un buen comercial. De esos que te cuelan una burra coja como si fuese un caballo de raza. Su punto débil es que pierde los papeles a la mínima, empieza a ver enemigos imaginarios y se desquicia, espantando a la gente razonable que espera rigor, seriedad, serenidad, visión de futuro y un elemental autocontrol en el responsable del proyecto donde les proponen invertir. Pero aunque le pueden los nervios, sabe dónde apuntar para que los usuarios de menéame le den sus euros a cambio de nada. Si veis sus comentarios en el primer link que os puse (recopilación de los comentarios que escribió cuando se le fue la olla) sabréis a lo que me refiero. Falsa empatía, grandes promesas, mucho peloteo y autopresentación como un mártir que está dispuesto a dar su vida por la causa común si tú le das algo tan prescindible como tu cartera. Y (he aquí la causa de mi miedo) creación de enemigos imaginarios, malvados y destructivos, de los que sólo Benjamí puede protegerle si le aflojas la guita.
Lo que vi en el nótame fue precisamente eso: parece que Benjamí va a explotar mi imagen para conseguir adeptos y lograr que aflojen la pasta con la promesa de proteger la web frente a mi vil influencia. Unificar a las huestes noteantes dispersas y enfrentadas (Ripio y Charles, Pafman y Ripio, Miguel de Unamano y Ripio...) en el odio a un enemigo común, haciéndose el simpático satanizándolo y dejando claro que necesita dinero para proteger la web de tan abyecto espécimen. Y capitanear (en realidad fingir que capitanea) a sus huestes una vez que hayan pasado por caja.
Este tweet de Benjami termina de avalar que esa es su estrategia x.com/benjami/status/1855696504905712098?t=F3To_oHT0XQg_m9p67qCWA&
Ciertamente esa estrategia no le sirve más allá del nótame, pues el 99.9% de los usuarios de Menéame no saben quién soy y estas contiendas frikis les resultan totalmente indiferentes. Pero me sentiría profundamente sucio si supiese que, por mi culpa, algún noteante ha enriquecido a Benjamí con la única consecuencia correlativa de volverse él más pobre. Por eso temo hablar de Benjamí, porque al entrar al trapo podría estarle ayudando indirectamente a conseguir su propósito. Y, aunque no lo parezca debido a nuestros mutuos troleos, no siento animadversión por ningún noteante y no deseo que sufra perjuicio alguno en la vida real por mi culpa.
