Una ojeada a la realidad de la economía española a través del diario de un abogado laboralista
Todos son acontecimientos de esta semana
-Martes: conseguimos pillar varios miles de euros más una empresa de camiones que lleva en situación de insolvencia (declarada por diversos juzgados de lo social) desde hace 3 años. La empresa funciona a pleno rendimiento pero tiene las cuentas a cero. Uno de sus trucos: hace encargos a empresas gordas del sector del transporte, seguramente por un precio más bajo del normal, y éstas le ingresan el dinero no sabemos dónde. Debía 200.000 euros a sus trabajadores. Ya le hemos pillado casi 140.000, todos ellos con posterioridad a su declaración de insolvencia (básicamente nos enteramos de clientes que tiene y les obligamos a ingresar en la cuenta del Juzgado lo que le iban a pagar a la empresa). A saber lo que habrá tenido que pagar indebidamente el FOGASA a otros trabajadores que no hicieron labor de detective como nosotros para descubrir sus clientes ocultos y perseguirla.
-Miércoles: me llega una sentencia que condena a pagar varias decenas de miles de euros al dueño de varios de los principales bares de copas de Murcia y a su red de empresas, por no dar de alta y explotar a una trabajadora. Seguramente recurrirá, pero lo va a tener difícil.
-Jueves: acompaño a una comisión judicial a embargar un local de hostelería en la Plaza de la Catedral de Murcia. Lo mismo: debe unos cuantos miles de euros (para colmo la cantidad no es muy grande) a un trabajador y oficialmente es insolvente. Embargamos todos los aparatos de valor que tenía en el local y se subastarán en las próximas semanas. Los numerosos clientes que estaban en su terraza se quedaron de piedra al vernos entrar con la policía.
Y ésta es la dinámica por la cual España pierde miles de millones de euros todos los años a causa de la economía sumergida. Aumentando el número de inspectores de hacienda y de trabajo, el fraude se atajaría drásticamente y el Estado ganaría infinitamente más dinero del que le puedan costar los sueldos de los nuevos inspectores. Pero nadie se anima a dar el paso (aunque con Yolanda Díaz la Inspección de Trabajo está empezando a funcionar).
Otro detalle: si alguien no entiende por qué nadie quiere ser camionero en España, que les pregunten a mis clientes de la empresa de camiones. En cada uno de sus juicios se les reconocieron entre 10000 y 25000 euros por dietas y kilometraje no pagados por la empresa...en un año. No es ya que los sueldos de los convenios sean miserables para el trabajo tan sacrificado que hacen. Es que encima les pagan mucho menos de lo que dice el convenio. Y si nos vamos a la hostelería, cotizar 10 horas trabajando 50 y cobrar en negro el equivalente a 20 (de modo que sumando la nómina y el negro no te pagan ni 40 horas) es el pan nuestro de cada día.
