Hamas y la principal organización terrorista de Oriente Próximo
La secta más peligrosa y destructiva es aquella que logra alcanzar el suficiente nivel de riqueza y poder como para que deje de llamársele secta y se empiece a calificarla como religión o movimiento político. Un buen ejemplo de sectas que alcanzaron ese estatus es el partido nazi.
La organización terrorista más peligrosa y destructiva es aquella que reviste la forma de Estado, porque sus recursos para practicar el terrorismo (esto es, el uso indiscriminado de la violencia contra la población civil para lograr objetivos políticos) serán inmensos y su capacidad de generar dolor será superlativa. Por eso en un Oriente Próximo plagado de organizaciones terroristas (entre ellas Hamas), la más terrible de todas es el Estado de Israel.
Hamas tiene un objetivo legítimo (liberar los territorios ocupados ilegalmente por los sionistas) pero, junto con acciones justificadas de lucha armada como eliminar a militares ocupantes y colonos armados que se divierten atacando aldeas palestinas, también practica el terrorismo al matar a civiles inocentes con el lanzamiento de cohetes contra ciudades o los ataques suicidas contra zonas de concentración de civiles. Por tanto, practica el terrorismo y es una organización terrorista que, por otra parte, jamás habría nacido de no existir los crímenes sionistas (comenzando por la ocupación ilegal de la tierra palestina y el desplazamiento forzoso de millones de palestinos a campos de refugiados donde viven como perros).
Israel ha dejado sin luz ni suministros básicos a toda Gaza, en un castigo colectivo que se asimila a los asedios medievales contra ciudades para matar de hambre a su población. Israel ha asesinado a cientos de niños en los últimos 3 días bombardeando indiscriminadamente la superpoblada ciudad de Gaza. Israel arrasa bloques de viviendas dejando sin casa a decenas de personas simplemente porque uno de los vecinos milita en Hamas (o incluso porque la familia de un miembro de Hamas vive allí). Y no es nada nuevo: lleva cometiendo estos crímenes atroces durante décadas en las que los balances de víctimas mortales (2 israelíes y 200 palestinos, 5 israelíes y 300 palestinos) daban fe de su brutalidad sin límites y de que buscaban cualquier excusa para exterminar el mayor número de palestinos, básicamente porque en su mentalidad neonazi los palestinos son meros animales que les estorban en su objetivo sagrado de ocupar toda la "tierra prometida".
El terrorismo sionista es, sin duda, mucho más letal que el de Hamas y, a diferencia del terrorismo de Hamas, no constituye una reacción de una población desesperada y hundida por décadas de miseria y opresión: es un arma para perpetuar esa opresión aterrorizando al pueblo palestino con inhumanos castigos colectivos y asesinato masivo de civiles, disuadiéndole así de luchar contra ella. El terrorismo sionista, por otra parte, lleva existiendo desde antes de la creación del Estado de Israel, y si buscáis en internet la palabra "Irgún" descubriréis que los jerarcas sionistas se valieron del asesinato indiscriminado de árabes y británicos para conseguir sus fines políticos desde nada menos que los años 30 del siglo pasado.
Netanyahu está encantado con el intercambio de actos terroristas que realiza con Hamas, porque él es infinitamente más fuerte y le da la excusa para expandir cada vez más su proyecto supremacista y criminal de erradicar a los palestinos y quedarse con toda su tierra. Los gobiernos occidentales que deberían acabar con el terrorismo en la zona (comenzando por el terrorismo más brutal y de mayor potencia destructiva, el de Israel) se limitan a condenar sólo una pequeña parte de los actos terroristas y apoyan decididamente a la organización terrorista más poderosa. Así la prolongación del sufrimiento está asegurada, y como siempre la parte más débil sufrirá mil veces más.
Los que me leéis sabéis que soy firme partidario de armar hasta los dientes a Ucrania para que se defienda de la agresión imperialista rusa. Por ese mismo motivo defiendo que el mundo dé un ultimátum a Israel dejándole claro que, si no abandona los territorios ilegalmente ocupados en un plazo breve y permite el retorno de los refugiados, se suministrarán armas de última generación a los palestinos para que los desocupen ellos mismos, o se enviarán tropas internacionales para hacerlo. Porque la única forma de acabar con el terrorismo en la zona es meter en cintura a la principal organización terrorista de la misma, cuyo líder supremacista y sanguinario sólo entiende ese lenguaje.