"España se retrata como un país ineficiente ante su mayor tragedia en muchos años" - El Independiente
España es hoy esto. Acciones para la galería, gestos vacuos y una adultez tardía que incluso en estos momentos impide a los ciudadanos tomar conciencia de la situación que vive Valencia. Se culpa a la Agencia Estatal de Meteorología de no haber avisado de la venida del diluvio. Es radicalmente falso. Su primer gran aviso lo lanzó el viernes 25 de octubre. Tanto la AEMET como la Confederación Hidrográfica del Júcar disponían de sobrada información y, por tanto, también los servicios de la Generalitat, ¿Por qué se infravaloró la amenaza?
Si estos sucesos muestran la existencia de imperdonables errores de reacción temprana, todavía es más descorazonador el observar la respuesta que se ha producido después de la tormenta desde el estado. Los primeros auxilios han sido escasos donde han llegado e inexistentes en otros puntos donde están por llegar. La situaciones de vida o muerte requieren de acciones rápidas y coordinadas. Eso aquí no ha existido.
Parece mentira, pero en Valencia se han superado los niveles de manipulación e ignominia que se registraron en la pandemia. Todavía no hay un dato oficial de heridos y el de fallecidos lleva dos días sin actualizarse. En mitad de este esperpento -que debería hacer dimitir a los dos gobiernos-, aparecerán hoy las autoridades, incluido el Rey, para conmiserarse por los afectados. Se marcharán a los pocos minutos, tras realizar un paripé, y en Moncloa y en el Palacio de la Generalitat seguirán preguntándose cómo hay que actuar para resultar lo menos perjudicados que sea posible ante la evidencia de su incapacidad para afrontar esta situación.