Afilando el lápiz - todos los caminos llevan al guano
La vida sigue, es inevitable. Desde la última homilía, el tito Mac ha estado entretenido con sus quehaceres consuetudinarios y ahora que dispone de algo más de ancho de banda para procesar eventos no relacionados con el currelo, especialmente lo relativo a estos tiempos, bastante interesantes. Y la verdad es que está cual Vasudeva a la orilla del río, viendo que la historia está (una vez más) repitiendose, con sutiles diferencias.
Durante el confinamiento, el tito Mac asistió perplejo a la revolución de las pilucas y los borjamaris, del derecho de los cayetanos a ir al amarre a ver cómo está su yate, a la transversalidad de la protesta que alinea al señor y su hombre de confianza en el descapotable del señor para darle a la cacerola (nada del Ikea, que afortunadamente, aún hay clases) mientras se mantiene la distancia social. Uno se pregunta cuanto tiempo hubieran tardado en enviar a los G.R.S para disolver una manifestación de curritos en Vallecas, donde el incumplimiento flagrante se hubiera dado porque los pobres usan el transporte público.
Mientras tanto, ha reflexionado sobre las bondades de la descentralización, donde la Gusiluz Ayuso se gasta 50M en que le hagan un centro de pandemias (comisión, comisión, comisión, que viva el Borbón) y ni un duro en rastreadores, o en pagar bien al personal sanitario, y ve con estupor como Kim-el-Txorras sigue con su política de "Madrit ens mata, nosaltres ho fem tot be" en su enésima butifarrada por la República - acto a mayor gloria de JuntsXLaPela, la nueva alianza del Frente Popular de la Butifarra contra el Frente Butifárrico Popular. Desconocemos si JuntsXLaPela conseguirá aglutinar a las huestes de camisas negras en Waterloo al servicio del inefable Duce Puchimón
El tito mac ojea la prensa: el preparao echándole el muerto al putemérito, la Leti como víctima de afición a la cirugía plástica, y el contubernio judeomasónico que nos envía la pertinaz sequía; sobre todo imagina la calidad del diamante que tiene en el higo la Corinna para que el campechano le haya soltado 65 kilotones por sus servicios. Pero ¡Ojo! Que el preparao, en un gesto campechano, ha cambiado el mercedes acorazado con el que se paseó por las 3000 viviendas, por un renault para ir al Pais Vasco. Mira tú que majete y qué cercano. Mientras, la leti saca su cuerpo atlético y recauchutado gracias al contribuyente a dar esplendor a una institución en horas bajas y los indepes cortan el AVE en Gerona, como si el preparao y la recauchutada consorte cogiesen el transporte público. Un brindis al sol: tal como están los precios del AVE, tampoco lo pillará un currante…
Por supuesto, esto está siendo aprovechado por los nostálgicos de los años de extraordinaria placidez, por supuesto, mientras afilan los cuchillos para interpretar la ley y que todo siga atado y bien atado.
Bueno, dejemos los paños calientes: amigos, estamos jodidos, atrapados en un periodo que se caracteriza por:
[ X ] Borbones corruptos, nepotismo, falta de confianza en los politicos (indiferencia de la población)
[ X ] Crisis económica, concentración de la riqueza
[ X ] Nacionalismos periféricos en auge
[ X ] Crecimiento del apoyo a la república
[ X ] intransigencia de la burguesía, clase media y ejército
[ ] Lucha obrera
Para cumplir los requisitos de la españa de 1920, necesitamos un poco de lucha obrera, pero entraremos en eso luego. El paralelismo de los periodos es inquietante, el cainismo de este país está otra vez saliendo a flote, jaleando a los que unos consideran los suyos frente a los otros.
Lo peor que puede pasarle a una institución es que la gente capaz no esté donde toca, y los puestos críticos estén copados por lacayos y recomendados. Por supuesto, esa es la norma en este país de moros, en lugar de la excepción. Para añadir más leña al fuego, la Constitución, en vez de dotar a la institución de la jefatura del estado de mecanismos de control, eligieron dar estabilidad en una época convulsa, defendiendo al post franquismo de cualquier responsabilidad, y blindando al jefe de estado ante la ley, y de ahí tenemos que es más complicado juzgar a un político que conseguir que el empresaurio te pague las horas extra.
Nos queda un camino plagado de zarzas y obstáculos que recorrer hasta conseguir unas cortes constituyentes. Para la siguiente veo que los temas a corregir, absolutamente necesarios, son:
- Revisar el modelo territorial de estado y decidir si modelo francés (centralista) donde la culpa es siempre de París, o el alemán (descentralizado) con sus administraciones duplicadas y su consistente incompetencia para afrontar sus competencias echándole el muerto a la administración central
- Revisar el modelo de jefatura de estado, y decidir qué hacer con una familia que heredó, del dictador que sufrimos tras el golpe de estado de 1936, la inviolabilidad para robar a manos llenas del erario público.
- Defender el modelo social del estado frente a los intentos de privatización. Blindar la educación y la sanidad pública universal ha de ser una prioridad
Sin más, creo que es un poco tarde para una solución francesa total, con tanto incompetente apalancado en la función pública y tanto interés creado. Desde luego no se va a aplicar el corte por lo sano en casos de corrupción (uno añora las viejas costumbres, qué se le va a hacer).
Aprovechemos que se está cociendo una crisis sin precedentes en el sistema capitalista, que difícilmente vamos a tener oportunidades. Y mientras tanto, fútbol (a puerta cerrada).
El peligro está en que con la barriga vacía no se hace filosofía. Si ya era difícil encontrar un mínimo de gente con capacidad de liderar y reconducir el estado actual (aunque no sea por consenso), vemos que a nivel social las cosas no es que estén mucho mejores. En términos globales, la españa de hoy es tan iletrada como la de la década de 1920 gracias a haber subvertido y borreguizado a las nuevas generaciones con una educación deplorable. Ya no importa que no tengan medios, o que los contenidos cada vez sean menos complejos, o peor, que no se les refuerce la necesidad del esfuerzo (para que no se frustren). Lo que se que busca es mover a la baja la media para que no se quede nadie "fuera". Con ello, en 40 años el promedio del debate, la capacidad de pensar del ciudadano está bajo mínimos, y no estamos hablando ya de buscar discusiones acerca de la dialéctica del espíritu en los bares en lugar de los fichajes de la liga, o pretender que el común de los mortales entienda cómo funciona el interés compuesto y por qué los bancos le siguen saqueando: se trata de conseguir un mínimo donde las "creencias" y los "sentimientos" estén directamente supeditados a los hechos, y a la evidencia. Mientras estemos dando bola a la homeopatía, a los constructos de género fluido-no binario, o por qué no, a los supremacismos que esconden los nacionalismos, estamos jodidos como colectivo.
Al hilo de eso, las últimas protestas han incendiado las calles, ya sea denunciando el clasismo, el racismo, los métodos expeditivos, de la manera más hipócrita posible: mientras las afrentas eran en otros países, o eran en otros ámbitos, nadie se quejó. Ahora vemos que el grupo que firma el manifiesto Harper (harpers.org/a-letter-on-justice-and-open-debate/) se queja de lo intolerante e iletrado de los movimientos (presuntamente) de izquierda que han surgido como vindicación de los derechos de las minorías oprimidas, empezando con el revisionismo histórico y siguiendo con los derechos inalienables de colectivos que hasta ahora eran una anécdota. Que grandes empresas estén alimentando esas diferencias no debería ser sorprendente, en un mundo donde el "qué hay de lo mío" y el posicionamiento (que se puede confundir fácilmente con postureo) empresarial van de la mano buscando la segmentación del mercado.
El obrero como tal, está posicionado con el sector conservador, ironías del destino. No vale ya con que el buen patrono lo pase mal y le regalen infinidad de horas extra, o que el machacarse durante horas sea absorbido por el estado como pensiones de invalidez por discapacidad: ahora los grilletes y el látigo se han de traer de casa. Y ojito con protestar, que la cosa está muy mal y hay 50 mirando por tu puesto de trabajo. El sindicalismo, lejos de los tiempos de la AIT/CNT es un mero instrumento al servicio de las empresas, financiados por estado y empresario, y que busca la mínima confrontación con el pagador. El empleado no tiene quien lo defienda, indefenso bajo 5 niveles de subcontrata, completamente alienado de su trabajo y desamparado en cuanto a protección frente a cualquier abuso.
¡Que hagan un John Galt! dirán los randianos... Je, je, cachondos mentales. Los firmantes del manifiesto Harper son buenos representantes del postureo de las posiciones post-randianas de que el mejor ha de triunfar y triunfará por sus propios medios (léase aquí: los que pueden permitirse una educación para sus hijos acaban relacionandose con los que tienen la red social para enganchar cuando tengan estudios superiores en puestos "cualificados" de alta remuneración, los que no, que aprendan solos a medrar, o al campo a tirar de una yunta), y que el estado se tiene que dedicar a desaparecer - aunque tengan que recurrir a él para pagar las nóminas durante los ERTES y no desaparecer. Los iletrados, la superchería, el pielfinismo y falta de empatía, el sectarismo actual no es más que la consecuencia de reventar el sistema de educación y proporcionar verdades manufacturadas en lugar de enseñar a pensar a la gente. El dilema randiano no era tal.. Hasta ahora: si piensan, malo, porque cuestionan. En el mundo actual, convertido en un safespace para ofendiditos, los SJW obviamente carecen de empatía con los que no se alinean con sus creencias, y al no tener capacidad de pensamiento crítico le meten fuego a todo porque los hechos han herido la sensibilidad de un colectivo y va contra el pensamiento de grupo. Probad a decirle a uno de estos que lo del sexo como constructo es tan descacharrantemente divertido como curarse el covid con un chupito de lejía.
No voy a entretenerme en los camisas negras del movimiento indepe catalán, dado que el post-fascismo italiano vive y goza de buena salud entre la post convergencia (y se demuestra en las elegías que los hagiógrafos de Omnium le hacen a los hermanos Badía mientras olvidan que el Duce los financió, y que hicieron propios los principios y organización del Fasci di Combattimento), o en cómo los observatorios para el lenguaje inclusivo en los tratados de instalación de aires acondicionados hacen revisión de términos referidos a "maestro y esclavo" o "conector macho y hembra". Si hay una revolución, necesitamos que llegue hasta el punto donde la gente no quiera más, pero sobre todo que les lleve a darse cuenta que la raíz del problema es el apego a las creencias y a los sentimientos frente a la empatía y el pensamiento crítico. Estamos condenados a entendernos o a acabar siendo víctimas de un estado totalitario que venga a "aportar paz a los tiempos de anarquía".
Por cierto, que los Banderas Negras acabaron en la Brigada Político Social cuando Franco terminó de machacar Cataluña - y de eso también se olvidan los hagiógrafos de Omnium. Sí, el mísmo sitio donde "trabajaba" Billy el Niño.