Los accidentes de trabajo son culpa de las mujeres y tenemos salarios bajos por los inmigrantes: populismo de ultraderecha
Ayuso proponía recientemente celebrar el "día del hombre" porque la mayoría de accidentes de trabajo lo sufre la población masculina. Un político que respetase la inteligencia de sus votantes y valorase mínimamente sus vidas, mostraría su indignación por el elevado número de accidentes de trabajo que padecemos en España en comparación con el resto de la UE www.prevencionintegral.com/actualidad/noticias/2021/11/10/dato-dia-map y, dado que la inmensa mayoría de accidentes son fruto de incumplimientos empresariales en materia de seguridad laboral, exigiría 1) un incremento notable de los efectivos de la Inspección de Trabajo para garantizar que todas las empresas respetan la normativa de prevención de riesgos laborales; 2) un endurecimiento de las sanciones contra los empresarios incumplidores y 3) una revisión de la propia normativa preventiva para asegurarnos de que es lo suficientemente rigurosa. Teniendo en cuenta que Yolanda Díaz es ministra de trabajo, este discurso podría incluso ser políticamente útil para Ayuso, pues acusar a Díaz de pasarse el día comprándose modelitos en lugar de atajar la siniestralidad laboral con la máxima contundencia sería una crítica razonable.
Pero Ayuso es la personificación del populismo de ultraderecha, y la receta de esta deleznable tendencia política consiste en incitar al débil a odiar al que es todavía más débil que él para que el fuerte pueda explotarle más mientras está entretenido. Ayuso no puede criticar la siniestralidad laboral porque con su partido la Inspección de Trabajo estaba en cuadros y actuaba de un modo mucho más insuficiente que actualmente. No puede criticarla porque la libertad de la que habla continuamente se circunscribe a la libertad del patrón para sangrar al currante. No puede criticarla porque su modelo político se basa en la desprotección de los trabajadores y la eliminación de las barreras legales de protección frente a los salarios de miseria, las jornadas interminables en negro y los accidentes de trabajo por falta de medidas de seguridad. Por eso incita a los hombres a odiar a las mujeres, para que no piensen en quiénes provocan los accidentes laborales ni en sus cómplices políticos.
Algo parecido pasa con la inmigración que se parte el lomo en el campo o los bares donde se trabajan 60 horas por el salario mínimo y sin cobrar horas extras. Ayuso y Vox te dirán que los inmigrantes te roban el trabajo y por su culpa los salarios descienden, ya que aceptan trabajar por dos duros. Pero si otro partido propone garantizar por ley un salario digno para inmigrantes y nacionales, votarán en contra. Porque su modelo se basa en que cobres una miseria para que tu jefe se forre, pero como es tan radicalmente contrario a tus intereses, necesitan ponerte delante un espantajo para que pienses que es tu enemigo y les dejes esquilmarte.
Si el populismo en general valora bastante poco la inteligencia de los ciudadanos, el populismo de ultraderecha parte de la premisa de que todos tienen encefalograma plano.