Se nota que va acabando el año, y la verdad es que, como en la maldición china, estamos viviendo tiempos interesantes. Llevo un tiempo parado en esto de escribir artículos, debido al exceso de obligaciones y a la escasa productividad de alguien que se dedica a tiempo completo a la procrastinación cuando no tiene otra cosa que hacer.
Que no es poco: en este tiempo procrastinando, he aprendido cosas divertidas: cocinar, arreglar mis cacharros, recuperar la práctica de mi instrumento favorito, y de paso, observar el mundo que me rodea con atención y con preocupación.
Mediatize, ¿dónde…