Las agresiones, según ella, fueron tres: en el ascensor de camino a una fiesta en un piso de Madrid, donde Mouilaá dice que Errejón la besó sin su consentimiento; en una habitación de esa vivienda, en la que asegura haber sufrido tocamientos no consentidos; y, finalmente, en el piso del expolítico, al que fueron después. La actriz relató el viernes en Telecinco cómo vivió esas agresiones. Pero fue más allá. Aseguró que la contactaron otras víctimas para denunciar «violación, niñas de 19 años, felaciones, rayas de coca, cosas horribles».
El juez instructor del Tribunal Supremo Ángel Hurtado no ceja en su búsqueda de los mensajes desaparecidos que intercambió el fiscal general del Estado entre el 8 y el 14 de marzo de 2024, en las fechas clave de la revelación de secretos que investiga el magistrado. Este lunes, Hurtado ha acordado emitir una comisión rogatoria a Whatsapp LLC y Google para que estas compañías remitan "cuantos datos obren en su poder respecto del usuario Álvaro García Ortiz".
Durante la angustiosa espera entre el anuncio del alto el fuego en Gaza y su implementación, Israel mató a otros 141 palestinos, 19 de ellos incluso después de la hora prevista para que comenzara la tregua. Estas son algunas de las historias de las últimas víctimas antes de que cesaran los bombardeos.
Marina Lobo analiza cómo programas como el de Ana Rosa Quintana blanquean a Desokupa. Con miembros con delitos graves y simbología nazi, esta empresa no solo opera al margen de los Derechos Humanos, sino que se convierte en un actor mediático legitimado por quienes tienen intereses inmobiliarios. ¿Casualidad? No lo parece.
Un trabajador de Moncloa, con una estrecha relación con David Sánchez, se ofreció por 'mail' para un puesto. Al poco, fue contratado por la Diputación. El 9 de julio de 2022, Luis María Carrero Pérez, miembro del Gabinete de Presidencia del Gobierno, envió un correo electrónico a David Sánchez Pérez-Castejón, el hermano músico de Pedro Sánchez. Carrero encabeza el e-mail con un "Querido hermanito". A renglón seguido, se propone a sí mismo para un puesto en el Departamento de Comunicación y Acción Cultural que en ese momento estaba diseñando l
Empecé el año leyendo un libro nada optimista, Guerra nuclear, de Annie Jacobsen (Debate). No tenía ganas de sumergirme en un ensayo, pero terminé absorbiendo las páginas de este hasta el final. Lo hice, como una esponja diabólica, movido por el morbo; fascinado por este relato pseudorrealista que narra cómo sería la destrucción total en caso de que alguien pulsara el botón nuclear.
En el juicio celebrado hoy asumió el delito. Ahora, Antiviolencia podrá prohibirle la entrada a recintos deportivos a pesar de su fuerte vínculo con el club blanco. Al Real Madrid no le va a quedar más remedio que tomar cartas en el asunto de uno de sus líderes de la conocida como Grada Fans (zona de animación del Santiago Bernabéu). Cuatro años después, eso sí.