En el intervalo ese entre septiembre de 2016 y enero de 2018, que ya subía el precio de los alquileres, no gobernaba nadie. O al menos, nadie que se pueda identificar.
Por cierto, la gráfica correlaciona con la evolución del número de empleados en España, o con la evolución del fondo de pensiones. A ver si resulta que Sánchez no es quien pone precio a los alquileres.