Vox y su enorme servicio a España
En las últimas elecciones generales, la pérdida de escaños de Vox (19 de 52, quedando en 33 diputados) ha sido especialmente demoledora en Castilla y León. Allí han pasado de 5 a 1 diputado, y allí colocaron en la vicepresidencia a un pijo venenoso de encefalograma plano a quien personalmente adoro: Juan García Gallardo Frings. Más allá de su ideología, el chaval causa repulsión porque responde al prototipo de tonto profundo que se cree Dios y desprecia al prójimo sin molestarse en ocultarlo. Su lenguaje gestual no deja dudas al respecto: ese arqueamiento de ceja y mueca despectiva que hace con la boca continuamente, son propios del niño de papá convencido de que su ombligo constituye el centro del mundo y que, de haber nacido en una familia obrera, estaría tirado en la calle porque tiene menos luces que una barca de contrabando. Pero como nació hijo de un rico abogado especializado en llevar casos de corrupción de altos cargos del PP, fue colocado en el despacho del padre y, como tantos pijos sin cerebro ni capacidad de esfuerzo, vive a todo trapo exclusivamente a causa de sus privilegios de nacimiento.
Debo admitir que, en general, los pijos me repelen. Son superficiales, inútiles, ególatras y el mejor ejemplo de parásito social, porque acaparar por razón de herencia muchísima más riqueza de la que un trabajador medio podrá obtener en toda su vida partiéndose el lomo, o forrarte con la plusvalía que obtienes pagando 1000 euros a tus trabajadores por dejarse la vida en tu empresa, te convierte en un parásito de una sociedad cuyos miembros tienen derecho a gozar de los recursos necesarios para construirse una vida digna, así como a trabajar a cambio de un salario justo. Y el PP es su partido: su política se centra en beneficiar todo lo posible a las clases altas bajándoles los impuestos y permitiéndoles que exploten a placer a sus empleados. Pero son lo bastante listos como para intentar ocultarlo. No es el caso de Vox.
Juan García Gallardo representa la esencia del espíritu de Vox. Somos clasistas, machistas, racistas, fundamentalistas ultracatólicos, nostálgicos del franquismo, despreciamos al obrero y queremos sangrarle porque su posición natural en la sociedad es servirnos...y no lo ocultamos. Mi queridísimo Juan García Gallardo no ha parado de exteriorizarlo invitando a un pobre a su mesa por navidad y humillándole continuamente www.huffingtonpost.es/entry/estupefaccion-por-el-mensaje-navideno-de-g publicando tweets ultraderechistas llenos de odio www.elespanol.com/castilla-y-leon/region/20220108/polemicos-tuits-borr o generando polémicas continuas sobre la maldad intrínseca del sexo por placer y otras cuestiones igualmente esenciales para la salvación de nuestra alma y el engrandecimiento de la España nacional y católica www.niusdiario.es/nacional/politica/20221023/pp-castilla-leon-seis-mes Y es que el chaval se aburre: cobra casi 81000 euros al año por no hacer nada, ya que su vicepresidencia no tiene competencias, y en algo tiene que invertir el tiempo transparentia.newtral.es/ficha/juan-garcia-gallardo-frings Pero los castellanoleoneses no han sido comprensivos, y le han quitado 4 de sus 5 diputados en las últimas generales. Les entiendo, pagar un pastón a un niñato repelente con el cerebro atrofiado por escupirte a la cara es algo que sólo haría (como efectivamente hace) su padre.
Abascal, sin llegar a tanto, también ha puesto últimamente su granito de arena diciendo que van a aplicar un 155 salvaje y de larga duración en Cataluña, y movilizando con ello a la inmensa mayoría de la población catalana que, siendo independentista-autonomista (esto es, que quieren la independencia pero están dispuestos a dejar a un lado la movilización por conseguirla si la autonomía se ve amenazada) o simplemente autonomista, veían peligrar la autonomía catalana, y votaron masivamente al PSC y Sumar para defenderla. Junts sabe que si se repiten las elecciones perderá aún más votos en favor del PSC, porque independentistas radicales defensores de un suicida enfrentamiento a muerte con la extrema derecha en el gobierno central, hay muy pocos. Esta gente no se habría movilizado así de no ser por Abascal.
En definitiva, Vox nos ha hecho el inmenso favor de mostrarnos al monstruo de la derecha rancia de este país sin su careta, y el PP nos ha hecho otro aún más grande demostrándonos que, como son sustancialmente lo mismo en el fondo aunque difieran en las formas, pactará con ellos allí donde puedan y los meterá en el gobierno. Así nos salvamos hace una semana y nos volveremos a salvar si se repiten las elecciones generales (cosa que no creo que pase, porque Junts sabe que el PSC se lo comerá aún más si se repiten). García Gallardo se ha ganado sus casi 81000 euros anuales.