"¡Visita Italia: Alístate en el Ejército Griego!" (II): "¡Me borro de italiano si alguien se opone a la guerra!"
Durante el verano de 1940, las relaciones italogriegas empeoraron. Los halcones de Mussolini, como Ciano, De Vecchi y Jacomoni1, adulaban al Duce sobre la fuerza militar italiana y creían que la campaña griega sería un paseo. Pero Mussolini retenía la decisión sobre el momento de atacar; no porque no quisiera la guerra o no creyera en la victoria, sino porque era consciente de que Hitler no aprobaría la acción.
Y eso que no sabía que, tras abandonar la idea de atacar a los ingleses, Hitler había decidido atacar a la URSS en Mayo-Junio de 1941.2 Durante el verano de 1940 –mientras el Estado Mayor Alemán hacía planes- Hitler se preocupó de pacificar los Balcanes, pactando con Bulgaria, Rumanía, Yugoslavia, Hungría, etc, con el fin de no tener a sus espaldas países que le pudieran atacar durante la campaña rusa.
Además, para él era cosa de vida o muerte mantener a Rumania como aliado o, al menos, neutral. En 1940 el Eje tenía suficiente petróleo para su economía de guerra, gracias al petróleo sintético alemán, los campos petrolíferos de Ploiesti (que aportaban un 30 % de las necesidades del Eje) y pequeños yacimientos en Alemania, Hungría y otros. Sin embargo, el superávit era muy escaso. Perder Rumanía era un desastre para Alemania.
Además de mantener la colaboración rumana, era vital que la aviación aliada no pudiera destruir los campos. La neutralidad griega -que Metaxás intentaba conservar contra viento y marea- le iba bien a Hitler, pues los británicos, sin bases en el Norte de Grecia, no podían alcanzar Ploeisti. Por lo tanto, nada podía sentar peor al Führer que un ataque italiano a Grecia o Yugoslavia que consumiera recursos en una zona ya pacificada, y encima volviera a meter a los ingleses “en el partido” como aliados de Grecia.
El 17 de Agosto, dos días tras el hundimiento del “Elli”, el Ministro de AAEE alemán, Von Ribbentrop, mantiene una entrevista con el embajador italiano, Dino Alfieri, a quien expresa la opinión del Führer de que cualquier amenaza contra Grecia o Yugoslavia no será bienvenida.3
El caso es que, en 1940, Rumanía se vio obligada a ceder gran parte de los territorios ganados en la Gran Guerra.4 Rumanía pidió protección a Alemania varias veces, pero Hitler se desentendió y sólo tras la subida al trono de Mijhail I de Rumanía y el gobierno filofascista accedió graciosamente a otorgar su protección.5 El 14 de octubre, la Wehrmacht entra (a petición de los rumanos) en el país, para instaurar un protectorado.
Pero Mussolini, que continuaba creyendo que los Balcanes eran Zona de Influencia Italiana, pilló un berrinche monumental, tanto por el hecho como por la forma de comunicárselo.6 Aunque hemos visto que quería atacar a Grecia “a la primera ocasión” las humillaciones de Hitler colmaron el vaso.
Nada se había preparado. Badoglio, Jefe de Estado Mayor italiano, y Roatta, su lugarteniente, creían que la idea se había abandonado. En estas, Mussolini convoca una reunión en el Palazzo Venezia para “arreglar las últimas dudas”. Aconsejo ver en la nota 7 un resumen de la reunión, que demuestra cómo funcionan las cosas, y a qué nivel de improvisación y falta de profesionalidad se llega, cuando se hace la guerra como se juega al Risk.
Mussolini marcó como fecha límite el 26 de Octubre, aunque luego la pospuso 48 horas. Sólo Badoglio puso tímidas objeciones, pero nadie le hizo caso, y no insistió más. Los demás asistentes plantearon la ofensiva con inconsciencia absoluta. 9 Mussolini llegó a decir: "¡Me borro de italiano si alguien se opone a la guerra!".
El plan italiano incluía un despliegue de 87000 hombres (12000 frente a Yugoslavia, ver gráfico) y un ataque en tres direcciones:
A) Grupo Litoral, con unos 5000 hombres. Encargado de avanzar por la costa, la falta de apoyo naval hizo inútil su progreso.
B) XXVº Cuerpo de Ejército, a la derecha de la cordillera del Pino hacia Iannina, con unos 37000 efectivos.
C) XXVIº Cuerpo, con 31000 soldados, destinados a avanzar a la izquierda del Pindo hasta formar una pinza con las fuerzas anteriores.
D) Además los italianos contaban con unos 475 aviones modernos y 170 tanques ligeros, además de unas 800 piezas de artillería.
Los griegos, por su parte, habían desplegado unos 50000 hombres:
A) La VIII División, con una brigada de artilería y otra de infantería, en su flanco izquierdo (Epiro).
B) La IX División, con la 4ª Brigada, en su flanco derecho, Macedonia.
C) Su Aviación la formaban unos 100 aparatos antediluvianos, y su parque de blindados, casi inexistente; en cambio, su artillería ligera, aunque antiquísima, era muy abundante y fue una pesadilla para los italianos.
En teoría, aún con la pésima organización italiana, su superioridad era suficiente; pero todo se vino abajo, como veremos pronto, porque no se ganan las guerras con fanfarronadas.