1.- Galeazzo Ciano era el yerno de Mussolini y Ministro de Asuntos Exteriores. En su tiempo, otros prominentes miembros del Partido Fascista culparon a Ciano de empujar a Mussolini a la guerra contra Grecia, por intereses particulares, hasta el punto que se llamó “La Guerra de Ciano”. En sus “Diarios” se presenta como mucho más moderado, pero es muy posible que los retocara tras los fracasos italianos y la posibilidad de la derrota del Eje. Jacomoni era el Lugarteniente de Italia en Albania, y De Vecchi el Gobernador del Dodecaneso. También pugnaban por aumentar su poder.
2.- Desde Mayo – Junio de 1940 Hitler había ordenado a su Estado Mayor que hiciesen preparativos para un ataque a la URSS en 1941. En la climatología rusa, hay dos estaciones llamadas “rasputitsa” (“del barro”) - más o menos coincidentes con el deshielo de las nieves (primavera) y lluvias de otoño- durante las cuales las carreteras resultan intransitables. El ataque debía comenzar al final del primer periodo de rasputitsa; esto es, al final de la primavera de 1941.
3.- Diarios de Ciano, 17 de Agosto de 1940. Opinión es un eufemismo. Ciano continúa con una expresión que se puede traducir por “Es un palmetazo en toda la línea”, y más adelante… “Naturalmente, aceptamos la posición de Berlín” lo que nos puede hacer sospechar la humillación italiana, que luego tendrá su importancia, como veremos.
4.- Besaravia, Bukovina, Dobrudja, y la mitad de Transilvania. En septiembre la situación del Rey (que gobernaba con un régimen autoritario) se hizo insostenible: llamó a Ion Antonescu para que formara un gobierno, y se vio obligado a abdicar en su hijo Mijhail I.
5.- Hitler prefirió apoyar las reivindicaciones de Hungría y Bulgaria, antiguos aliados de Alemania en la “Gran Guerra” contra Rumanía, una de las vencedoras, y conceder a la URSS los territorios que codiciaba en Bukovina. Una vez Rumania a su merced, jugó – casi por última vez- a un juego que se le daba muy bien: Rumanía le suplicó, casi por favor, que mandase una misión militar, lo que le dio opción a convertirse en amo del petróleo rumano.
6.- Según la entrada del 16 de Octubre de 1940 del Diario de Ciano, Mussolini dijo: “Hitler siempre me pone ante un fait accompli. Esta vez le pagaré con la misma moneda. Se enterará por los periódicos de que he invadido Grecia”
7.- En la reunión estaban Mussolini; Ciano; el Jefe de Estado Mayor Pietro Badoglio y su adjunto Mario Roatta; el adjunto al Ministerio de Defensa Ubaldo Soddu; El Comandante Militar Italiano en Albania Sebastiano Visconti-Prasca, y el ya citado Virrey de Albania, Francesco Iacomoni. Es tanta la falta de falta de preparación que ni siquiera se citó un representante de la Marina italiana (para invadir un país con tres o cuatro veces más longitud de costa que España, y la Flota Británica pululando por el Mediterráneo Oriental) ni de la Aviación.
8.- La lista de improvisaciones es inacabable:
- Badoglio afirmó que se necesitaban 20 divisiones, pero sólo disponía de 9. En realidad, Italia atacaría con 5 divisiones de infantería (de dos regimientos, frente a las tres de las griegas), una alpina y una blindada, más algunos regimientos sueltos.
- Jacomoni confiaba en los regimientos albaneses (que luego desertarían en masa); catalogaba a los griegos de poco combativos y decía haber sobornado (por cuenta de Ciano) a varios de sus dirigentes (ya se verá).
- Visconti Prada decía tener una superioridad 2:1 y confiaba en la superioridad moral de sus soldados. También se verá.
- Nadie parecía haberse dado cuenta de que la superioridad aérea no serviría de nada desde los aeródromos albaneses embarrados en el otoño; que los blindados ligeros italianos tampoco iban a ser útiles en la montañosa Grecia, ni planteado una operación naval al sur de las tropas griegas, que podía ser decisiva.
- Nadie pareció caer en que, mientras los griegos podían movilizar sus reservas fácilmente, los puertos de Albania eran claramente insuficientes para que las reservas italianas llegaran con celeridad.
- Parte de los efectivos fueron desmovilizados para acudir a las labores de agricultura. Genio, el Duce...
- Se contaba con un ataque de Bulgaria a Grecia sobre Salónica, pero ni se preparó una diplomacia correcta para favorecerlo, ni un plan B cuando no se produjo y los griegos pudieron re-desplegar sus divisiones.
Y así podríamos seguir...
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2.- Desde Mayo – Junio de 1940 Hitler había ordenado a su Estado Mayor que hiciesen preparativos para un ataque a la URSS en 1941. En la climatología rusa, hay dos estaciones llamadas “rasputitsa” (“del barro”) - más o menos coincidentes con el deshielo de las nieves (primavera) y lluvias de otoño- durante las cuales las carreteras resultan intransitables. El ataque debía comenzar al final del primer periodo de rasputitsa; esto es, al final de la primavera de 1941.
3.- Diarios de Ciano, 17 de Agosto de 1940. Opinión es un eufemismo. Ciano continúa con una expresión que se puede traducir por “Es un palmetazo en toda la línea”, y más adelante… “Naturalmente, aceptamos la posición de Berlín” lo que nos puede hacer sospechar la humillación italiana, que luego tendrá su importancia, como veremos.
4.- Besaravia, Bukovina, Dobrudja, y la mitad de Transilvania. En septiembre la situación del Rey (que gobernaba con un régimen autoritario) se hizo insostenible: llamó a Ion Antonescu para que formara un gobierno, y se vio obligado a abdicar en su hijo Mijhail I.
5.- Hitler prefirió apoyar las reivindicaciones de Hungría y Bulgaria, antiguos aliados de Alemania en la “Gran Guerra” contra Rumanía, una de las vencedoras, y conceder a la URSS los territorios que codiciaba en Bukovina. Una vez Rumania a su merced, jugó – casi por última vez- a un juego que se le daba muy bien: Rumanía le suplicó, casi por favor, que mandase una misión militar, lo que le dio opción a convertirse en amo del petróleo rumano.
6.- Según la entrada del 16 de Octubre de 1940 del Diario de Ciano, Mussolini dijo: “Hitler siempre me pone ante un fait accompli. Esta vez le pagaré con la misma moneda. Se enterará por los periódicos de que he invadido Grecia”
7.- En la reunión estaban Mussolini; Ciano; el Jefe de Estado Mayor Pietro Badoglio y su adjunto Mario Roatta; el adjunto al Ministerio de Defensa Ubaldo Soddu; El Comandante Militar Italiano en Albania Sebastiano Visconti-Prasca, y el ya citado Virrey de Albania, Francesco Iacomoni. Es tanta la falta de falta de preparación que ni siquiera se citó un representante de la Marina italiana (para invadir un país con tres o cuatro veces más longitud de costa que España, y la Flota Británica pululando por el Mediterráneo Oriental) ni de la Aviación.
8.- La lista de improvisaciones es inacabable:
- Badoglio afirmó que se necesitaban 20 divisiones, pero sólo disponía de 9. En realidad, Italia atacaría con 5 divisiones de infantería (de dos regimientos, frente a las tres de las griegas), una alpina y una blindada, más algunos regimientos sueltos.
- Jacomoni confiaba en los regimientos albaneses (que luego desertarían en masa); catalogaba a los griegos de poco combativos y decía haber sobornado (por cuenta de Ciano) a varios de sus dirigentes (ya se verá).
- Visconti Prada decía tener una superioridad 2:1 y confiaba en la superioridad moral de sus soldados. También se verá.
- Nadie parecía haberse dado cuenta de que la superioridad aérea no serviría de nada desde los aeródromos albaneses embarrados en el otoño; que los blindados ligeros italianos tampoco iban a ser útiles en la montañosa Grecia, ni planteado una operación naval al sur de las tropas griegas, que podía ser decisiva.
- Nadie pareció caer en que, mientras los griegos podían movilizar sus reservas fácilmente, los puertos de Albania eran claramente insuficientes para que las reservas italianas llegaran con celeridad.
- Parte de los efectivos fueron desmovilizados para acudir a las labores de agricultura. Genio, el Duce...
- Se contaba con un ataque de Bulgaria a Grecia sobre Salónica, pero ni se preparó una diplomacia correcta para favorecerlo, ni un plan B cuando no se produjo y los griegos pudieron re-desplegar sus divisiones.
Y así podríamos seguir...