Violencia de género, lilas, cardos y otras yerbas
Estaba leyendo lo de Juana Rivas, sí, la que se llevó a los hijos del país y pretendía que el padre no los viera más. Esa que se dejó asesorar por una panda de lilas revanchistas, que la han usado como un trapo y ahora tiene 6 años de trullo a la vista por abusar del sistema judicial y de su presunta condición de víctima. Que sí, que el juez que ha dictado sentencia estaba en contra de la ley de violencia de género, que es posible ganar en segunda instancia si hay recursos para litigar. Es otra cosa.
Primera cita de mujer, una buena amiga:
Una cosa es tu pareja y otra cosa el padre/madre de tus hijos, y no tienen porque coincidir los dos roles en la misma persona, por mucho que Disney y la religión se empeñen. Si te gusta o soportas una relación violenta con tu pareja (cosa respetable en la libertad individual) no tengas hijos.
No podría estar más de acuerdo. Siendo amigo de llevarme bien con todo el mundo, de la paz y la armonía, de pensar que uno de los motores de este mundo es el amor (ya sea fraternal o carnal), me cansa ver como se está fomentando el odio de un 49% de la sociedad hacia el 51% restante, No, no estoy hablando de TV3 y la ANC, o de la razón OK diario y otros reductos fascistas de información, sino de todos los medios de comunicación demonizando al hombre por ser hombre.
Que hay o puede haber violencia en una relación de pareja es un hecho; todo el mundo sabe que las relaciones humanas no son perfectas, y rara vez se tiene la suerte de encontrar buena compañía.
Con esto quiero decir que nadie es perfecto, pero que no por el hecho de mear de pie uno es más culpable. La mujer ha hecho un progreso increible en cuanto a derechos: apartada y pisoteada por las religiones del libro, de poco más que para tener hijos y servir de medio de intercambio para firmar alianzas entre estados ha servido historicamente. Sin educación, sin derechos, el siglo XX trajo una serie de derechos y libertades que no se vivian desde el neolítico cuando la sociedad era un matriarcado; mi opinion personal: ha sido un cambio para bien; ahora viene la segunda parte ¿por qué tenemos que ver cómo se quieren vengar, pisotear, dejar debajo de un puente por defecto al hombre por ser hombre, y aun que se ahorque y se quite de enmedio por hijoputa y cabrón? Quizá, solo quizá están aceptando que no sean iguales, que la ley no es igual para todos, que son débiles y necesitan protección especial. Un insulto para la inteligencia, vaya, y como el hombre es un lobo para el hombre, por extensión la mujer es loba también, hay quien se aprovecha y mucho. No le quitemos mérito a los que hacen daño por que sí.
Que la justicia es un cachondeo, eso es seguro. Que no me creo nada, también. Este asunto tiene un lado perverso: legislacion actual en mano, antes de casarme y tener hijos me lo pensaría 7 veces, y recurriría a "servicios profesionales" en caso de necesidad, donde se abra una oferta a contratistas para el servicio requerido, bajo unas condiciones de prestacion de servicio y duración del contrato determinadas, así me evito problemas jurídicos, que me dejen en pelota picada, que me obliguen a ahorcarme porque me embargan el sueldo y no me llegue para vivir si no es debajo de un puente. Si hay postor y puja, se procede, si no, a otra cosa.
Y así, amigüitos y amigüitas, vemos que esto solo puede polarizar la situación, y al final ganará el que ha fomentado esta situación de división, destruyendo las relaciones personales, atomizando a la sociedad por el miedo al otro, alienando y destruyendo al individuo, como en las sociedades del norte de europa, donde ni atan los perros con longaniza, ni es el paraiso del respeto a la mujer. Señoras del nuevo siglo; que sepan que la ley dice que ustedes, por ser mujeres, están en inferioridad de condiciones frente a cualquier hombre y han de ser tuteladas
Cito a otra mente preclara:
Feminismo= igualdad. Otras movidas sensacionalistas= no sé. El feminismo solo pretende que tengamos el lugar que nos pertenece en la Historia, ni más ni menos. Ni pasar por encima, ni pisar, ni vivir al margen de la ley. El feminismo requiere del hombre, las mujeres requerimos de ellos tanto como ellos de nosotras. Somos diferentes por naturaleza pero iguales ante la ley, o al menos deberíamos serlo. Y como dice Caitlin Moran, me gusta pensar que al final del día no se trata de hombres o mujeres, al final todos somos "los muchachos".
Y por cierto estoy hartita del lenguaje nuevo que se quieren inventar. Vamos a preocuparnos de que nos paguen lo mismo por el mismo trabajo, del reparto de tareas del hogar y de que no nos violen ni maten. El plural del masculino no nos oprime, son los tacones, el sujetador que no es tu talla y lo rancio de la sociedad.
Cierro esperando críticas feroces, pero vaya, el que tenga ojos que lea, el que tenga cerebro, que piense si la mujer ha de aceptar un trato discriminatorio hacia el hombre en vez de ser iguales ante la ley. Y que alguien piense en los hijos