Como desmontar el chiringuito de las subcontratas
Las escuelas de negocios dicen que una empresa ha de dedicarse "a lo que sabe hacer" en vez de a cósas ridículas como las tecnologías de la información, o a perder tiempo en servicios internos, como mensajería o mantenimiento de infraestructuras. En parte esto es el negocio de consultoras como Deloitte, Accenture y PwC, que buscan rotar sus carísimos servicios entre grandes empresas. Eso da lugar a que aparezcan consultores que cobran 3 duros, que van rotando entre proyectos entre grandes empresas, ofreciendo servicios especializados, que quizá no tiene sentido tener en la casa, porque se va a hacer de tanto en cuanto. La perversión empieza cuando se establece una estrategia para externalizar áreas funcionales de la empresa, como la de servicios de tecnologías de la información, mantenimiento de la infraestructura, limpieza o seguridad
El empresaurio, que es muy listo, piensa: para prevenir negociaciones y convenios que impacten en mis previsiones de gasto, prevenirme contra huelgas y quitarme de encima un montón de gente que lleva un chorro de años y me sale cara, es conveniente externalizar el servicio. El marrón que se lo coma otro y yo me dedico a mi negocio, con costes operacionales pactados a largo plazo para tener gastos operacionales y fijos "constantes" y "predecibles".
Parece que esto es un poco dificil de revertir, hay legislación al respecto porque esto de "externalizar" y ya está es ilegal y se llama cesión ilegal del trabajador. Por tanto, para comenzar, se ha de desenmarañar la trama de quien es quien.
* Identificar conglomerados de empresas que se transfieren trabajadores para prevenir contratos fijos, con el objetivo de evadir impuestos por nueva contratación, y bonificarse si son menores de 30 años.
* Identificar empresas intermediarias que practican la cesión del trabajador a la misma empresa o conglomerado de empresas. Es lo que se llama "servicio", que es tán fácil como saber qué empresa y qué relaciones hay entre intermediario y proveedor. El problema es que cuanto más grande es la empresa, es más complicado saber de qué va, pero sabemos que el intermediario va a rotar y quemar al personal al máximo con los consabidos "es lo que hay", y "si no te gusta hay 20 esperando".
Bien, esto es un fraude organizado y planificado, porque se busca despachar trabajo fijo y devaluarlo para reducir costes. Esto a la larga tiene unas consecuencias terribles: bajas cotizaciones a la Seguridad Social, evasión y fraude fiscal por parte de la empresa, precarización del trabajo y las condiciones laborales, imposibilidad de montar un proyecto personal (como una familia) y si te da la gana llegar a final de mes.
La situación pueden ser revertida. La estrategia del intermediario es sencilla: quemar al personal y que entre otro más barato, porque las negociaciones con el empresario tienen un objetivo muy sencillo y no es otro que negociar un precio fijo durante 5 años para el coste del servicio, y dejar el margen operacional para el intermediario.
El problema es que hasta estos intermediarios están pillados, porque normalmente en concursos abiertos este precio se subasta a la baja y se exprime a la cadena de subcontratación, En el mejor de los casos, en el sector público, un contrato de mantenimiento para hospitales con un margen de la hostia se lleva un 3 o un 4%, lo que ha dejado a bastantes intermediarios fritos en términos de operaciones. Esto lleva a que haya poca gente rotando entre muchos sitios para que al intermediario le salga a cuenta, y así el servicio es una mierda y el trabajador está muy jodido. Uno porque a veces no le llega para cubrir costes de operaciones, y el otro porque está achicharrado y en cuanto pueda se pira. La situación es peor cuanto más especializado es el trabajo, porque es más difícil encontrar gente para hacerlo.
La única forma de acabar con esta cadena es "desincentivar" estas prácticas legislando en su contra, y actuando con inspecciones de trabajo, pero ¿cómo vamos a acabar con esto si el estado es el principal promotor de esta mala praxis? No es solo que no hayan ni inspectores ni inspecciones, o que avisen al empresario antes de ir. Solo hemos de ver en la sanidad, médicos y enfermeras encadenando contratos basura, y haciendo guardias como locos para llegar a fin de mes.
El sistema desincentiva la unión de los trabajadores. Recordemos que denunciando cesión ilegal y ganando juicios contra empresas e intermediarios solo se consigue acabar temporalmente con el problema, porque se cura el síntoma, no la enfermedad. Recordemos que al final el curro lo hace alguien, así que hemos de volver a revisar varios criterios: salario digno, cobrar por las horas de trabajo reales (dejar de echar horas por la cara, vaya), establecer revisiones salariales, y, por qué no, acabar con la cadena de subcontratación en la administrción pública, penalizar la subcontratación de servicios y departamentos.
Esto no se dejará de hacer mientras los trabajadores lo consientan.