#7 yo cuando llegué a Madrid, en el 2001, ya al primer mes me resultó increíble.
Trabajaba en una empresa de ámbito nacional y hacia el mismo trabajo que en BCN.
La primera reunión aluciné. Cómo venía de BCN y su productividad llevaba lustros siendo el primero en España, me preguntaron como se trabajaba allí si era la misma estructura.
Empecé a decirlo e incluso hubo golpes en la mesa. Y sentenciaron que eso en Madrid jamás.
A partir de ahí, se nos consideraba extraterrestres y me lo decían muchas veces.
Y eso que solo era cuestiones de organización en el trabajo.
Al poco recibí el "perdón" por no ejercer de catalán.
Yo empecé a aplicar las técnicas de BCN por la puerta de atrás ya que tenía cierto "poder". Sabiendo que eso tardaría años, pues aquí todo era como una selva, la ley del más fuerte. Y si podían te defenestraban. No había, ni hay, interés en la eficiencia y calidad. Algunas veces hasta intentan que no "corra", pero siempre tengo argumentos muy buenos y a pesar de eso me miran con mala cara, pues he aprendido a no trabajar en equipo e ir a mi bola, y así presionar para que haya un pelín de mayor eficiencia. Incluso algún gran alto directivo me llegó dar la razón por mi método de trabajo (que no es mío, es lo que aprendí en BCN), pero siempre todo con grandes resistencias.
Evidentemente empecé a reflexionar porque no entendía nada.
Decidí integrarme en Madrid. Y para ello, igual que hacía en BCN, llegué a llevar asociaciones sin ánimo de lucro.
En Madrid todo fue insultante por lo poco que se valoraba la democracia.
En BCN cuando llegábamos a un acuerdo votado democráticamente, tanto en la reunión anual, como en la junta directiva, los que no estaban de acuerdo podían ser tremendamente críticos pero nada más, en Madrid siempre aparecía el saboteador, y siempre le escuchaba alguno. Al final dimití como Presidente porque me dedicaba más tiempo a anular a los saboteadores que no al propio fin de la Asociación.
También conseguí llegar a ser Consejero Escolar, increíble la actitud de muchos padres y madres, me sentía más identificado con los padres ingleses o franceses, como extranjeros que eran y respetuosos con las decisiones a los que representaba en el Consejo Escolar.
También trate con los políticos, ni hay color, aquí nos engañaban y mentían dándonos la píldora para luego hacer todo lo contrario. Lo que más me sorprendía es que aquí la gente que me acompañaba le daba igual. Y allí, cuando llevaba la asociación siempre todo respetuoso y en algún acuerdo que llegué por el tema de la asociación con los políticos, todo fue con normalidad y sinceridad. Aunque no se llegará a nada.
Te puedo contar mil y una situaciones... en la que los catalanes nos parecemos más a otras culturas que no a la española.
Incluso cuando me dió por debatir en las redes sociales cuando apareció el tema de hacer un referéndum, entré en sus redes en todos los partidos. Me sorprendió hasta la CUP, yo no sé escribir catalán, y ellos jamás me lo recriminaron, ni ningún partido a favor. Sin embargo con los partidos de derechas en cuanto lo mencionaba se burlaban. Y eso que yo no estaba a favor de la independencia, pero si al derecho a decidir, supongo porque en mi vida la democracia es un valor muy vivido por mis experiencias.
Y ya te digo que antes de que aparecieran esos deseos independentistas, yo vivía en Madrid, y te aseguro que solo el primer año de vivir aquí, era para pensárselo si era o no lo mejor. Y no me extraña, incluso ahora se nos trata como a extranjeros. Visto y vivido por mi comparándolo con los extranjeros con los que yo he tratado en Madrid cuando fui Consejero Escolar.
#8 "Madrit" rara vez ha sido un ejemplo de nada. Ahora BCN es su espejo, pero en catalán. Si vuelves te vas a llevar un chasco tremendo, porque no hay "fet diferencial" aparte del que quieras creerte.
Te recuerdo que la Constitución puede modificarse, y las reglas para modificarse son por consenso democrático. El mecanismo actual no permite el derecho a la autodeterminación de una región sin violar el título 2, y para modificarlo se necesitan 3 /5 de las cámaras segun el artículo 168, y eso necesita un amplio consenso y una mayoría cualificada que no existe. Eso está ahí por algo, y es para evitar que una minoría haga lo que le salga de las narices sin tener apoyos. El fantasma de una guerra civil sigue estando ahí casi 100 años después de la última, y ahora más que nunca el monstruo del nacionalismo excluyente que pide apedrear las casas de los que exigen sus derechos, o directamente conculcando su derecho a la libertad de expresión, como el Alcalde de Vich, o haciendo de una cámara parlamentaria un vodevil esperpéntico, como Carmen Forcadell o Laura Borrás.
En cuanto al tema laboral, desde 2009, mis malas experiencias siempre han sido en banca, en eléctricas y siempre por culpa del carpetovetonismo o la indionsingrasia hispánica. No discrimino "el origen" porque me han demostrado sobradamente que el sistema Español adopta las malas prácticas laborales corporativas de los yankis o los chinos, o por qué no, los europeos, sin implementar ninguno de los puntos positivos. Y esas serían las grandes del IBEX, donde encuentras dos grandes bancos deslocalizados tras el gatillazo de Puigdemont.
Pero si vamos a las PYMES, canto más pienso en el sistema local, de hecho, menos diferencias veo con el cortijerismo y la política de señoritos y curritos de otras partes del país. De hecho, no sé el caso de la empresa para la que trabajas, aquí en Tractoria todo es muy chusco, pero si pienso en mi tierra, es todo más de lo mismo.
#12 hay cosas que son perfectamente debatibles y nadie se libra de errores.
Pero mi enfoque es el humano, que al fin y al cabo que lo que hace es que busques alternativas a tu modo de vivir que puedan ser mejor con uno mismo.
Yo no puedo decir que hoy hayan cambios en el taranna en Catalunya con respecto a hace 20 años, pues generalmente uno se mantienen en el mismo ámbito social por edad.
Sin embargo, si veo un interés por anular la idiosincrasia propia de lis catalanes desde hace años, y eso hace que se reboten, como lo haría cualquier sociedad con unos valores propios.
En Catalunya hasta tienen su propio Código Civil debido a dicha idiosincrasia, y que como he tenido ocasión de vivir bastante, he llegado a la conclusión que es más cercana a las necesidades de sus habitantes que el Código Civil de España.
Y curiosamente, hace unos años me enteré de que incluso una ONG internacional, muy conocida, y que opera desde los años 60, gestiona independientemente de la central de Madrid su objetivo, aunque lleve el mismo nombre.
Quiero decir, que hay muchos aspectos que se quieren mantener y no perder su propia idiosincrasia, y cuanta más presión más se rebotan, incluso al absurdo.
Si, tenemos el problema constitucional, pero todo eso se puede modificar. No son más que acuerdos, si hay voluntad. Pero nunca lo ha habido y por tanto una minoría tiene que rebelarse de alguna forma para tomar conciencia de que las cosas han de cambiar.
En cualquier caso, un problema que no acaban de ver los catalanes, que el concepto de democracia no es el mismo que en la mayoría de España. Yo me atengo a los principios del significado de la democracia, que son acuerdos contractuales entre miembros libres e iguales que lo conforman.
Y en España el tipo de democracia son las representaciones en las instituciones, y por tanto , el trato ha de ser entre libres e iguales con las instituciones que nos representan.
Sin embargo sé que esto, desde fuera, lo de libres e iguales es casi un insulto. Más que nada, por mi experiencia.
El problema es de fondo y es casi ancestral.
Lo vivido por las familias son determinantes, en mi caso, mi padre aragonés y él entendió que para hacer el trabajo que le gustaba, comercial de electrónica, tuvo que aprender el catalán, eso en los años 50. Y lo hizo con gusto y ganas, incluso creo que hablaba mejor que muchos catalanes el idioma catalán. Mi madre era catalana y mi abuelo es toda una historia, pues tuvo mucha influencia antes de la guerra civil y posteriormente.Y muy catalanista, pero no extremista.
Hoy vivimos con la globalización, eso hace que los sentimientos de pérdida de identidad afloren de formas muy extrañas y en ocasiones hasta absurdas, pero en el fondo es evitar que esa identidad se pierda. Pero eso ocurre en todo el mundo.
En España, en general, eso no se entiende. Existe una concepción de "conquista" y no de convivencia. Y el rebote por la otra parte está asegurado, pues tiene suficiente entidad como para cabrearse.
Me acabas de recordar que la ONG que te he comentado, es la única que tiene un proyecto para niños y adolescentes de enseñarles lo que es la democracia, en el territorio español.
Cuando fui Consejero Escolar me puse en contacto con ellos a través de la de Madrid, pues no sabía que eran totalmente autónomos. Me sorprendió que en Madrid no hubiera gente preparada para educar y enseñar lo que es la democracia.
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Trabajaba en una empresa de ámbito nacional y hacia el mismo trabajo que en BCN.
La primera reunión aluciné. Cómo venía de BCN y su productividad llevaba lustros siendo el primero en España, me preguntaron como se trabajaba allí si era la misma estructura.
Empecé a decirlo e incluso hubo golpes en la mesa. Y sentenciaron que eso en Madrid jamás.
A partir de ahí, se nos consideraba extraterrestres y me lo decían muchas veces.
Y eso que solo era cuestiones de organización en el trabajo.
Al poco recibí el "perdón" por no ejercer de catalán.
Yo empecé a aplicar las técnicas de BCN por la puerta de atrás ya que tenía cierto "poder". Sabiendo que eso tardaría años, pues aquí todo era como una selva, la ley del más fuerte. Y si podían te defenestraban. No había, ni hay, interés en la eficiencia y calidad. Algunas veces hasta intentan que no "corra", pero siempre tengo argumentos muy buenos y a pesar de eso me miran con mala cara, pues he aprendido a no trabajar en equipo e ir a mi bola, y así presionar para que haya un pelín de mayor eficiencia. Incluso algún gran alto directivo me llegó dar la razón por mi método de trabajo (que no es mío, es lo que aprendí en BCN), pero siempre todo con grandes resistencias.
Evidentemente empecé a reflexionar porque no entendía nada.
Decidí integrarme en Madrid. Y para ello, igual que hacía en BCN, llegué a llevar asociaciones sin ánimo de lucro.
En Madrid todo fue insultante por lo poco que se valoraba la democracia.
En BCN cuando llegábamos a un acuerdo votado democráticamente, tanto en la reunión anual, como en la junta directiva, los que no estaban de acuerdo podían ser tremendamente críticos pero nada más, en Madrid siempre aparecía el saboteador, y siempre le escuchaba alguno. Al final dimití como Presidente porque me dedicaba más tiempo a anular a los saboteadores que no al propio fin de la Asociación.
También conseguí llegar a ser Consejero Escolar, increíble la actitud de muchos padres y madres, me sentía más identificado con los padres ingleses o franceses, como extranjeros que eran y respetuosos con las decisiones a los que representaba en el Consejo Escolar.
También trate con los políticos, ni hay color, aquí nos engañaban y mentían dándonos la píldora para luego hacer todo lo contrario. Lo que más me sorprendía es que aquí la gente que me acompañaba le daba igual. Y allí, cuando llevaba la asociación siempre todo respetuoso y en algún acuerdo que llegué por el tema de la asociación con los políticos, todo fue con normalidad y sinceridad. Aunque no se llegará a nada.
Te puedo contar mil y una situaciones... en la que los catalanes nos parecemos más a otras culturas que no a la española.
Incluso cuando me dió por debatir en las redes sociales cuando apareció el tema de hacer un referéndum, entré en sus redes en todos los partidos. Me sorprendió hasta la CUP, yo no sé escribir catalán, y ellos jamás me lo recriminaron, ni ningún partido a favor. Sin embargo con los partidos de derechas en cuanto lo mencionaba se burlaban. Y eso que yo no estaba a favor de la independencia, pero si al derecho a decidir, supongo porque en mi vida la democracia es un valor muy vivido por mis experiencias.
Y ya te digo que antes de que aparecieran esos deseos independentistas, yo vivía en Madrid, y te aseguro que solo el primer año de vivir aquí, era para pensárselo si era o no lo mejor. Y no me extraña, incluso ahora se nos trata como a extranjeros. Visto y vivido por mi comparándolo con los extranjeros con los que yo he tratado en Madrid cuando fui Consejero Escolar.
Te recuerdo que la Constitución puede modificarse, y las reglas para modificarse son por consenso democrático. El mecanismo actual no permite el derecho a la autodeterminación de una región sin violar el título 2, y para modificarlo se necesitan 3 /5 de las cámaras segun el artículo 168, y eso necesita un amplio consenso y una mayoría cualificada que no existe. Eso está ahí por algo, y es para evitar que una minoría haga lo que le salga de las narices sin tener apoyos. El fantasma de una guerra civil sigue estando ahí casi 100 años después de la última, y ahora más que nunca el monstruo del nacionalismo excluyente que pide apedrear las casas de los que exigen sus derechos, o directamente conculcando su derecho a la libertad de expresión, como el Alcalde de Vich, o haciendo de una cámara parlamentaria un vodevil esperpéntico, como Carmen Forcadell o Laura Borrás.
En cuanto al tema laboral, desde 2009, mis malas experiencias siempre han sido en banca, en eléctricas y siempre por culpa del carpetovetonismo o la indionsingrasia hispánica. No discrimino "el origen" porque me han demostrado sobradamente que el sistema Español adopta las malas prácticas laborales corporativas de los yankis o los chinos, o por qué no, los europeos, sin implementar ninguno de los puntos positivos. Y esas serían las grandes del IBEX, donde encuentras dos grandes bancos deslocalizados tras el gatillazo de Puigdemont.
Pero si vamos a las PYMES, canto más pienso en el sistema local, de hecho, menos diferencias veo con el cortijerismo y la política de señoritos y curritos de otras partes del país. De hecho, no sé el caso de la empresa para la que trabajas, aquí en Tractoria todo es muy chusco, pero si pienso en mi tierra, es todo más de lo mismo.
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Pero mi enfoque es el humano, que al fin y al cabo que lo que hace es que busques alternativas a tu modo de vivir que puedan ser mejor con uno mismo.
Yo no puedo decir que hoy hayan cambios en el taranna en Catalunya con respecto a hace 20 años, pues generalmente uno se mantienen en el mismo ámbito social por edad.
Sin embargo, si veo un interés por anular la idiosincrasia propia de lis catalanes desde hace años, y eso hace que se reboten, como lo haría cualquier sociedad con unos valores propios.
En Catalunya hasta tienen su propio Código Civil debido a dicha idiosincrasia, y que como he tenido ocasión de vivir bastante, he llegado a la conclusión que es más cercana a las necesidades de sus habitantes que el Código Civil de España.
Y curiosamente, hace unos años me enteré de que incluso una ONG internacional, muy conocida, y que opera desde los años 60, gestiona independientemente de la central de Madrid su objetivo, aunque lleve el mismo nombre.
Quiero decir, que hay muchos aspectos que se quieren mantener y no perder su propia idiosincrasia, y cuanta más presión más se rebotan, incluso al absurdo.
Si, tenemos el problema constitucional, pero todo eso se puede modificar. No son más que acuerdos, si hay voluntad. Pero nunca lo ha habido y por tanto una minoría tiene que rebelarse de alguna forma para tomar conciencia de que las cosas han de cambiar.
En cualquier caso, un problema que no acaban de ver los catalanes, que el concepto de democracia no es el mismo que en la mayoría de España. Yo me atengo a los principios del significado de la democracia, que son acuerdos contractuales entre miembros libres e iguales que lo conforman.
Y en España el tipo de democracia son las representaciones en las instituciones, y por tanto , el trato ha de ser entre libres e iguales con las instituciones que nos representan.
Sin embargo sé que esto, desde fuera, lo de libres e iguales es casi un insulto. Más que nada, por mi experiencia.
El problema es de fondo y es casi ancestral.
Lo vivido por las familias son determinantes, en mi caso, mi padre aragonés y él entendió que para hacer el trabajo que le gustaba, comercial de electrónica, tuvo que aprender el catalán, eso en los años 50. Y lo hizo con gusto y ganas, incluso creo que hablaba mejor que muchos catalanes el idioma catalán. Mi madre era catalana y mi abuelo es toda una historia, pues tuvo mucha influencia antes de la guerra civil y posteriormente.Y muy catalanista, pero no extremista.
Hoy vivimos con la globalización, eso hace que los sentimientos de pérdida de identidad afloren de formas muy extrañas y en ocasiones hasta absurdas, pero en el fondo es evitar que esa identidad se pierda. Pero eso ocurre en todo el mundo.
En España, en general, eso no se entiende. Existe una concepción de "conquista" y no de convivencia. Y el rebote por la otra parte está asegurado, pues tiene suficiente entidad como para cabrearse.
Me acabas de recordar que la ONG que te he comentado, es la única que tiene un proyecto para niños y adolescentes de enseñarles lo que es la democracia, en el territorio español.
Cuando fui Consejero Escolar me puse en contacto con ellos a través de la de Madrid, pues no sabía que eran totalmente autónomos. Me sorprendió que en Madrid no hubiera gente preparada para educar y enseñar lo que es la democracia.