Los colegios son una jungla donde el profesorado evita trabajar más de la cuenta, evita la conflictividad, con los niños y especialmente con los padres.
Mi madre era directora de colegio y cuando surgieron los móviles, en un colegio de la zona hubo un escándalo porque criaturitas del señor se metían en los baños a hacer guarrearía de nenes, pero como se grabaron con los móviles se enteraron los padres y le montaron el pollo al centro. Al día siguiente móviles prohibidos en todos los colegios.
Mi madre llego a pedir a la policía que cerrara grupos de whatsapp/fb de padres donde insultaban profesores. También fue denunciada por una madre divorciada, porque habían dejado que la criatura se fuera con el padre, uno de sus tutores legales, por lo que la denuncia no tenía mas fundamento que el cabreo de la madre.
#6 Hay "funcionarios" como mi madre, que hacen milagros con su tiempo y recursos.
Como anécdota, me tenía a mi de experto informático porque no sabían usar la firma digital. Varías veces al año tenían que firmar documentos y lo hacía yo cuando volvía del curro, imagínate, no podían irse de vacaciones hasta que yo enviaba la documentación... Un día me regaló un portátil, que salio de 2000 € de dinero "negro" que le daba la editorial de turno, ese gran chiringuito que tienen montado con las editoriales, cobrando 300€ por niño al año, y claro, cuando el colegio quería pizarras nuevas, o un portátil, le pasaban la factura a la editorial.
#8 Lo decía mi padre hace 30 años y ya es realidad.
La transición fue pacifica y ejemplar por tener todos un objetivo común: ser europeos. Una vez que eso se consiguió, el siguiente es ser yanquis... Tenemos hasta jurados populares...
Para lo bueno y para lo malo, estamos con los yanquis.
#9 Claro, y como estamos con los yankis, pues entra su cultura a nuestra sociedad. Pues qué quieres que te diga... prefiero infinitamente más la cultura española que la yanki... si es que se la puede llamar cultura...
#10 Se trata ver y entender la realidad que nos rodea, para poder intuir hacia donde va, predecir el futuro.
Por supuesto que tenemos cultura para hundirles. Como cocinita manda huevos que unos estén revolucionando el mundo en Silicon Valley y MIT, mientras que aquí lo hacíamos en las cocinas y en los campos de fútbol.
Nuestra cultura es lo que nos define como la gran sociedad que somos, incluida la autocrítica.
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Mi madre era directora de colegio y cuando surgieron los móviles, en un colegio de la zona hubo un escándalo porque criaturitas del señor se metían en los baños a hacer guarrearía de nenes, pero como se grabaron con los móviles se enteraron los padres y le montaron el pollo al centro. Al día siguiente móviles prohibidos en todos los colegios.
Mi madre llego a pedir a la policía que cerrara grupos de whatsapp/fb de padres donde insultaban profesores. También fue denunciada por una madre divorciada, porque habían dejado que la criatura se fuera con el padre, uno de sus tutores legales, por lo que la denuncia no tenía mas fundamento que el cabreo de la madre.
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Y lo de la madre, puf, si yo te contara... Pero seguro que nada como tener información de primera mano.
Como anécdota, me tenía a mi de experto informático porque no sabían usar la firma digital. Varías veces al año tenían que firmar documentos y lo hacía yo cuando volvía del curro, imagínate, no podían irse de vacaciones hasta que yo enviaba la documentación... Un día me regaló un portátil, que salio de 2000 € de dinero "negro" que le daba la editorial de turno, ese gran chiringuito que tienen montado con las editoriales, cobrando 300€ por niño al año, y claro, cuando el colegio quería pizarras nuevas, o un portátil, le pasaban la factura a la editorial.
La transición fue pacifica y ejemplar por tener todos un objetivo común: ser europeos. Una vez que eso se consiguió, el siguiente es ser yanquis... Tenemos hasta jurados populares...
Para lo bueno y para lo malo, estamos con los yanquis.
Por supuesto que tenemos cultura para hundirles. Como cocinita manda huevos que unos estén revolucionando el mundo en Silicon Valley y MIT, mientras que aquí lo hacíamos en las cocinas y en los campos de fútbol.
Nuestra cultura es lo que nos define como la gran sociedad que somos, incluida la autocrítica.