#5 Y no solo hacienda. Todos los políticos, incluso los más acérrimos republicanos, ni siquiera se plantean la república. Y lo mismo podemos decir de la Puta Iglesia Católica.
Mucho político diciendo: yo soy republicano, yo soy ateo, pero las cuentas de la familia real o de la iglesia católica ni se tocan, ni siquiera cuando estas dos instituciones se las pillan con tropelías de todo tipo.
Ahora si un marroquí roba una cartera, se arma la de dios es Cristo, nunca mejor dicho y la inmigración es un problema gordísimo.
Menuda clase política monguer, cobarde y paniaguada tenemos.
#7 No, esto no es culpa de los ciudadanos. Votamos a gente que se autoproclama republicana y atea y después nos suelta que si eso no toca, que no es urgente. Lleva sin ser urgente varias décadas. Espero que algún día toque.
No hay ni un solo candidato que lo ponga en su programa, aunque se harte de citarlo.
#18 En una sociedad civilizada, cuando un político te engaña debería ser juzgado por un tribunal. Los programas electorales deberían ser considerados contratos sociales legales, y cuando un político no cumple lo que promete en su programa debería ser severamente sancionado, en algunos casos con la cárcel.
Tendríamos menos políticos y serían más competentes.
#19 La pertinente ley para hacer eso la tienen que aprobar los mismos que serían castigados con ella. Los pensé hace mucho y perdí toda esperanza. El castigo está en manos de los ciudadanos con un papel en una caja transparente cada cierto tiempo. Y no lo aplican.
Mucho político diciendo: yo soy republicano, yo soy ateo, pero las cuentas de la familia real o de la iglesia católica ni se tocan, ni siquiera cuando estas dos instituciones se las pillan con tropelías de todo tipo.
Ahora si un marroquí roba una cartera, se arma la de dios es Cristo, nunca mejor dicho y la inmigración es un problema gordísimo.
Menuda clase política monguer, cobarde y paniaguada tenemos.
No hay ni un solo candidato que lo ponga en su programa, aunque se harte de citarlo.
Tendríamos menos políticos y serían más competentes.