Habitual intento de la cloaca de confundir. El contrato fijo discontinuo, que existe desde hace décadas, tiene como objeto atender a una realidad del mercado laboral, que es el caso de la producción estacional.

No se ha desvestido un santo para vestir otro. A no ser que la contratación temporal en fraude, como santo ahora desnudo, fuese elevada a los altares del nacional catolicismo.

Los empresaurios que cometían fraude en las contrataciones temporales, porque no existía causa de temporalidad y no tenían miedo a las sanciones, ahora hacen fijos discontinuos o contratos indefinidos convencionales porque tienen miedo del castigo al fraude. No hay más que eso.

Es ridículo asimilar temporalidad con estacionalidad. Pero para el lector estándar de la cloaca de Marhuenda y Casals es demasiado complicado entenderlo y se la cuelan.