#1 Si, me fastidia que se destruyan monumentos o sitios de relevancia histórica, sean lo que sean, pero hay casos puntuales en que es lo mejor que se puede hacer cuando aún pueden ser usados en la actualidad para hacer el mal, como en este caso. Y se me ocurre alguno de España que merecería seguir este ejemplo, aunque sea tarde porque ya es sitio de culto.
Pues no está el patio austriaco para tonterías, precisamente.
#1 y #4 lo que se me viene a la cabeza no es derribarlo. Estas cosas pueden convertirse en "museos de los horrores" para que la sociedad no olvide sus errores.
¿Que los rapaditos quieren visitarlo como lugar de culto? Genial: que paguen entrada y, una vez dentro, se les da el tour completo:
1) Se los despoja de sus posesiones, y se les pone un uniforme muy mono con brazalete y todo.
2) Se les saca de la casa a hostias y acosados por perros.
3) Se les sube a un tren de mercancías, y se los deja en los vagones unas horitas al sol.
4) Y, promoción especial si llevan su Carnet Joven NS, se les deja en el actual Austwich musealizado de esa guisa (con tatuaje gratis).
Si les mola la experiencia, pueden repetir y volver a nuestra magnífica "casa museo de los horrores".
Como véis, se puede ser creativo (y didáctico) y encontrar una solución sin necesidad de derribar la casita de los huevos.
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#1 y #4 lo que se me viene a la cabeza no es derribarlo. Estas cosas pueden convertirse en "museos de los horrores" para que la sociedad no olvide sus errores.
¿Que los rapaditos quieren visitarlo como lugar de culto? Genial: que paguen entrada y, una vez dentro, se les da el tour completo:
1) Se los despoja de sus posesiones, y se les pone un uniforme muy mono con brazalete y todo.
2) Se les saca de la casa a hostias y acosados por perros.
3) Se les sube a un tren de mercancías, y se los deja en los vagones unas horitas al sol.
4) Y, promoción especial si llevan su Carnet Joven NS, se les deja en el actual Austwich musealizado de esa guisa (con tatuaje gratis).
Si les mola la experiencia, pueden repetir y volver a nuestra magnífica "casa museo de los horrores".
Como véis, se puede ser creativo (y didáctico) y encontrar una solución sin necesidad de derribar la casita de los huevos.