¿O sea, que la conclusión final es que tenemos que pedir perdón por ser hombres? Aprovecho para comentar un que me ocurrió a mí personalmente, es totalmente verídico.
Hace años fui a una ciudad cercana donde se celebraba un acto social, concretamente "una fiesta de singles". Yo no me muevo mucho por esa localidad, así que no tenía ni idea de dónde quedaba el local exactamente. Estoy hablando de antes de la llegada de los smartphones, con sus gps y sus navegadores. O sabías donde ibas, o te tocaba preguntar y eso es lo que hice. Yo conocía un poco la zona, pero no la ubicación exacta. Sabiendo que estaba por las cercanías me dirigí a alguien que en ese momento pasaba por la calle. Tened en cuenta que era viernes o sábado por la noche (a eso de las 22:00 poco más o menos), y que iba a una fiesta, es decir, que me había arreglado y vestido correctamente. Aparte de tener una apariencia, a mi entender, más o menos respetable, me considero una persona educada, así que no me abalancé sobre esta persona, sino que desde una distancia más o menos prudencial le dirigí el típico "Disculpe, buenas noches". Silencio por respuesta. Volví a insistir, "Perdone, podría decirme donde...", nueva callada por respuesta y, si acaso, un incremento en la velocidad a la que andaba. "Perdone, sólo quiero saber si conoce la Bodega XXXX". Mirada al frente, boca cerrada y sí, un paso notoriamente más rápido. "Bueno, pues nada. Muchas gracias de todas formas".
Al final, callejeando, conseguí encontrar el citado local.
P.D.
La persona a quien pregunté y que por poco sale corriendo despavorida... era un hombre de mediana edad.
P.D. 2
Como curiosidad, una vez localicé la bodega estuve haciendo tiempo en la puerta, como si esperase a alguien, para ver qué tipo de gente asistía. Finalmente me marché decepcionado porque todos los que llegaban iban en pareja o grupos, a pesar de la fiesta se anunciaba dirigida a personas solteras y sin pareja, y a que, cuando llamé para hacer la reserva (menos mal que no había que pagar por adelantado), al preguntarme que cuantos éramos y le contesté que yo solo me respondieron que así iban la mayoría, solos.
#9 A mi manera de ver el asunto, yo considero que a ciertas horas de la noche pueda producirte cierto miedo encontrarte con una persona solos por la calle, según las circunstancias* también, sea hombre o mujer. Es decir, yo este artículo lo veo un poco gilipollez, como para querer echar la culpa del asunto a la mala deriva esta que hay con la cuestión del género, cuando es algo perfectamente normal.
*Aclaro lo de según las circunstancias: A ver, primera cuestión, si dos personas se encuentran solas por la calle a ciertas horas, y una de ellas es mujer y la otra hombre, considero que es normal que la mujer sienta cierta actitud temerosa, debido a la lacra que aún queda en cuanto al asunto. Segunda cuestión, ciertamente, como comentas, el aspecto de la otra persona puede influir en la percepción que se pueda tener de la situación. Tercera cuestión, si la persona es conocida o no.
Ahora, aparte, imaginemos la siguiente escena: mujer de bien se encuentra sola, por la calle, con mujer psicópata, bien vestida, y desconocida. La mujer de bien se siente confiada, al ser también mujer la otra persona, e ir con buen aspecto exterior. La mujer psicópata llega a la altura de la mujer de bien y le asesta un golpe mortal. Moraleja, nunca te fíes de ninguna persona, sobre todo si no la conoces.
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¿O sea, que la conclusión final es que tenemos que pedir perdón por ser hombres? Aprovecho para comentar un que me ocurrió a mí personalmente, es totalmente verídico.
Hace años fui a una ciudad cercana donde se celebraba un acto social, concretamente "una fiesta de singles". Yo no me muevo mucho por esa localidad, así que no tenía ni idea de dónde quedaba el local exactamente. Estoy hablando de antes de la llegada de los smartphones, con sus gps y sus navegadores. O sabías donde ibas, o te tocaba preguntar y eso es lo que hice. Yo conocía un poco la zona, pero no la ubicación exacta. Sabiendo que estaba por las cercanías me dirigí a alguien que en ese momento pasaba por la calle. Tened en cuenta que era viernes o sábado por la noche (a eso de las 22:00 poco más o menos), y que iba a una fiesta, es decir, que me había arreglado y vestido correctamente. Aparte de tener una apariencia, a mi entender, más o menos respetable, me considero una persona educada, así que no me abalancé sobre esta persona, sino que desde una distancia más o menos prudencial le dirigí el típico "Disculpe, buenas noches". Silencio por respuesta. Volví a insistir, "Perdone, podría decirme donde...", nueva callada por respuesta y, si acaso, un incremento en la velocidad a la que andaba. "Perdone, sólo quiero saber si conoce la Bodega XXXX". Mirada al frente, boca cerrada y sí, un paso notoriamente más rápido. "Bueno, pues nada. Muchas gracias de todas formas".
Al final, callejeando, conseguí encontrar el citado local.
P.D.
La persona a quien pregunté y que por poco sale corriendo despavorida... era un hombre de mediana edad.
P.D. 2
Como curiosidad, una vez localicé la bodega estuve haciendo tiempo en la puerta, como si esperase a alguien, para ver qué tipo de gente asistía. Finalmente me marché decepcionado porque todos los que llegaban iban en pareja o grupos, a pesar de la fiesta se anunciaba dirigida a personas solteras y sin pareja, y a que, cuando llamé para hacer la reserva (menos mal que no había que pagar por adelantado), al preguntarme que cuantos éramos y le contesté que yo solo me respondieron que así iban la mayoría, solos.
*Aclaro lo de según las circunstancias: A ver, primera cuestión, si dos personas se encuentran solas por la calle a ciertas horas, y una de ellas es mujer y la otra hombre, considero que es normal que la mujer sienta cierta actitud temerosa, debido a la lacra que aún queda en cuanto al asunto. Segunda cuestión, ciertamente, como comentas, el aspecto de la otra persona puede influir en la percepción que se pueda tener de la situación. Tercera cuestión, si la persona es conocida o no.
Ahora, aparte, imaginemos la siguiente escena: mujer de bien se encuentra sola, por la calle, con mujer psicópata, bien vestida, y desconocida. La mujer de bien se siente confiada, al ser también mujer la otra persona, e ir con buen aspecto exterior. La mujer psicópata llega a la altura de la mujer de bien y le asesta un golpe mortal. Moraleja, nunca te fíes de ninguna persona, sobre todo si no la conoces.