Las redes cazan a un Íñigo Errejón veinteañero en una manifestación chavista en Caracas
Un chiste recurrente otorga el don de la eterna juventud al secretario político de Podemos. El hallazgo gráfico destapado en la mañana del jueves en redes permite comprobar que estos cuatro años no han pasado en balde ni siquiera para Íñigo Errejón. Corría el verano de 2013 y se encontraba en Caracas como miembro de CEPS, la fundación para la asesoría de los gobiernos izquierdistas de Latinoamérica. Se había doctorado un año antes y no había cumplido aún los treinta.