¡Yo, y mi Conciencia!
Aquí me encuentro cosiendo mascarillas, intentando hacer algo útil por los demás. Los que me conocéis sabéis que no suelo airear ni publicar mis actividades personales, pero en esta ocasión no tengo más remedio. Esta necesidad nace desde la vergüenza que siento al ver mi comportamiento durante años.
¡Pues sí!, me abochorna no poder recordar alguna ocasión en la que haya participado en alguna protesta o manifestación, apoyando a los trabajadores de nuestra Sanidad pública; tal vez por eso, en estos momentos intento colaborar en lo posible, dentro de las limitaciones del confinamiento, porque…
¡Se nos mueren nuestros mayores…!
-Aquellos que de verdad sufrieron opresión.
-A quienes se les vulneraron todos los derechos humanos que puedan existir.
-Una generación de luchadores, trabajadores incansables, y que con su espíritu de lucha levantaron el país.
-Los que sin estudios y muchas fatigas, ofrecieron a sus hijos la oportunidad de estudiar, para así vivir una mejor vida.
-Nuestros jubilados, que con sus pagas han mantenido a hijos y nietos en la adversidad.
Y ahora, nuestros mayores se nos están muriendo porque hemos sido unos inconscientes consentidores, dejando su legado en manos de cuatro desalmados especuladores; nosotros, una generación incapaz de luchar por nuestro sistema sanitario, hoy lloramos, queriendo enmendar con aplausos y canciones el que nuestros mayores se mueran tristes y en soledad, pero lo más lamentable de todo es que se mueren por no tener un mísero respirador.
Y los duermen, para así marcharse sin padecer ni molestar.
¡Ya no sufrirán más nuestro egoísmo y pasividad!
Ellos sin estudios pero con gran sabiduría defendieron el bienestar de sus descendientes, luchando por ofrecerles una buena educación y formación.
Y en la actualidad, con cultura y carreras, somos incapaces de defender y exigir la inversión en la ciencia, a sabiendas de que es necesaria para nuestro progreso económico y social. ¡ASÍ NOS VA!
#quedateencasa