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Hace 130 años del nacimiento de Hitler ¿qué sabemos de su infancia y juventud? (III)

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Pregunta 10: ¿Hitler pasó hambre en su juventud?

Sin duda, sí.

La pensión de orfandad de Hitler era modesta, de unas 300 Coronas anuales; pero su tía Johanna (hermana de Klara), que quería mucho a Adolf, le había concedido un préstamo (que nunca se habló de reintegrar) de cerca de 1000 coronas para sus estudios de Arte. Además, los ahorros de su madre, después de pagar los gastos médicos y de entierro, sumaban unas 2000 coronas a repartir entre Adolf y su hermana Paula.

Era una buena suma, que le permitió vivir varios años sin trabajar, acudiendo a la ópera, frecuentando cafés, etc. Sin duda, mejor administrada, hubiese permitido al futuro Führer prepararse para sus estudios y buscar un empleo que le permitiese no malgastarla.

Pero Adolf Hitler dejó agotar sus recursos hasta que, en otoño de 1909, abandonó su último alojamiento conocido y pasó a vivir en la calle. Y poco antes de la Navidad, se integró con los sin-techo del Albergue de Meidling y luego de Mannerheim (ver foto).

El joven Adolf pasó penuria, pero sin duda se debió más a su carácter indolente, poco inclinado al trabajo constante, que a cualquier otra causa.

Pregunta 11: ¿Hitler era ya antisemita en su juventud?

Sí, y no.

Hitler dice en “Mein Kampf” que en su infancia, en Linz, no tuvo percepción de los judíos, y que fue en Viena donde adquirió la “conciencia” de la diferenciación de la raza judía1

Evidentemente, tan pobre explicación (ver un judío con ropas diferentes por la calle) no justifica el antisemitismo que inspiró el partido nazi.

La Viena que conoció Hitler era la capital de un imperio en declive, pero aún poderoso. Y, como en cualquier metrópoli cristiana, desde hacía siglos, era fácil cargar lo malo sobre el “extraño”. En este caso, los aproximadamente 200000 judíos (un 10 %) de su población.

Por entonces era alcalde de Viena un antisemita, Kart Lueger, del Partido Social-Cristiano. Su antisemitismo fue más bien verbal, e intentó evitar excesos físicos; pero ejerció influencia sobre Hitler, que le alaba repetidamente en sus recuerdos.

Pero Hitler en Viena se relacionó con judíos, vendiéndoles sus pinturas y, según su socio Hanisch, Hitler pensaba “que los judíos eran mejores comerciantes y clientes más de fiar que los cristianos”. Incluso confiaba especialmente en un judío llamado Josef Neumann para vender sus obras.

Pregunta 12: Entonces ¿Cuándo se hizo Hitler antisemita?

No parece haber un detalle concreto que justifique el odio patológico del Hitler-Führer contra los judíos.

Adolf Hitler nació y creció en un ambiente con fuerte carga antisemita, donde se toleraba a los judíos si se “comportaban2. Durante su estancia en Viena, vivió también un antisemitismo “civilizado” y, más adelante, en su experiencia de la “Gran Guerra”, sin duda se expuso también a la propaganda que presentaba a los judíos como cobardes y traidores3.

Al acabar la guerra, el mito de la Dolchstoßlegende (“Puñalada por la Espalda”) profundizó en los nacionalistas alemanes que, como Hitler, habían estado convencidos de la victoria alemana en Primavera de 1918 y, seis meses después, habían visto que su país capitulaba sin condiciones. Alguien tenía que tener la culpa. Y los judíos eran un buen chivo expiatorio.

Sin embargo, los discursos de Hitler de 1920-1933, muestran que su antisemitismo era modulado según al público a quién se dirigía: cuando convenía era anticomunista, antisocialista, anticapitalista, o antisemita.

El antisemitismo era una segura cantera de votos, pero Hitler se cuidaba de no utilizarlo en exceso.

Pero tras 1933, aplastada la oposición comunista, socialista, y aliado con los capitalistas, Hitler utilizó cada vez más el comodín del Judío. Los comunistas o socialistas, podían ser reconvertidos al buen alemán. El judío siempre estaba allí, como enemigo a quien cargar las culpas, por su tara genética, imborrable4

Durante años el programa hitleriano se conformaba con robar todos sus bienes los judíos y expulsarlos del país, dejando el III Reich “Judenfrei”, o libre de judíos. Esto no quiere decir que no hubiese “progroms”, persecuciones, palizas, etc, que servían para estimular a los judíos a la huida, previa entrega de sus bienes.

Tras la invasión de Polonia y la URSS la creencia de los nazis en la inferioridad de eslavos y judíos y la creencia de la conspiración judeo/bolchevique para conquistar el mundo condujo a lo que se llamó la Solución Final.

Heydrich (subalterno de Himmler) consiguió de Göring (nº 2 de Hitler) una orden que le autorizaba a diseñar la Solución Final. Dado que, a finales de 1941, la conquista rápida de Rusia había fracasado, y encima había añadido varios millones más de judíos a quienes (según la lógica perversa nazi) debían alimentar mientras los alemanes morían entre la nieve, ¿por qué no exterminarlos?5

comentarios (4)
  1. Rob_Ben_Gebler
    1.- Cierta vez, al caminar por los barrios del centro, me vi de súbito frente a un hombre de largo caftán y de rizos negros. ¿Será un judío?, fue mi primer pensamiento. Los judíos en Linz no tenían ciertamente esa apariencia. Observé al hombre sigilosamente y a medida que me fijaba en su extraña fisonomía, estudiándola rasgo por rasgo, fue transformándose en mi mente la primera pregunta en otra inmediata. ¿Será también un alemán?

    2.- No olvidemos que a finales del siglo XIX el caso Dreyfus desencadenó en Francia una violenta reacción antisemita, que hacia 1940 aún seguía viva en partidos políticos como Action Française y los colaboracionistas pro-nazis; ni, por supuesto, el auge de partidos antisemitas en prácticamente todos los países europeos: Portugal, España, Irlanda, Reino Unido, todos los países balcánicos, etc.

    3.- Rigurosamente falso. En 1917 los sectores más conservadores del Gobierno Alemán (en la práctica, dirigido por el Ejército) inició una investigación secreta con la intención de probar que los judíos rehuían el frente, presentaban más excusas para no ir a primeras filas, y se aprovechaban de los destinos en retaguardia para hacerse ricos (Judenzählung, o “Censo Judío”) La investigación se suspendió cuando se comprobó que “los resultados fueron en verdad contrarios a lo esperado por el gobierno alemán. De un total de 550,000 judíos residentes en Alemania en 1914, 100,000 prestaron servicio en el Reichsheer, siendo la décima parte de ellos voluntarios. El 78% de soldados judíos participaron en combate activo y 12,000 soldados judíos murieron en combate. Otros 30,000 recibieron felicitaciones o condecoraciones por valentía en la lucha (incluyendo la Cruz de Hierro), y 19,000 soldados judíos recibieron ascensos. Unos 2,000 judíos ganaron el ascenso a oficiales por méritos de guerra y 1,200 médicos judíos se asimilaron como oficiales médicos."

    4.- Por supuesto, influyó muchísimo la formación y posterior desarrollo del partido nazi. Prácticamente toda la cúpula de los hombres que rodearon a Hitler eran antisemitas furibundos: Alfred Rosenberg, un estonio de raza alemana, ideólogo del racismo ario; Heinrich Himmler, agrónomo de formación y también obsesionado por el problema de la Raza Superior; Ernst Röhm, un violento anticapitalista, que tampoco hacía ascos al antisemitismo; Julius Streicher, editor de “Der Stürmer” (personaje pornógrafo, cuyo antisemitismo…
    5    k 118
  2. Rob_Ben_Gebler
    #2

    Hitler creyó siempre en su Destino (lo que se fue reforzando tras escapar a varios atentados) y su talento (tanto como pintor como, posteriormente, cuando se las dio de estratega aficionado), lo que también se reforzó con los impresionantes éxitos políticos y militares del III Reich.

    Pero, efectivamente, era incapaz de seguir un plan de trabajo o de estudios que le exigiera esfuerzos. Kubicek cuenta que, muchas veces, cuando él volvía de sus clases particulares, lo encontraba en la cama, soñando despierto con sus héroes de la mitología griega, o con revolucionar la arquitectura de Alemania.

    Los éxitos alemanes hasta 1940 se debieron más a su talento como jugador de fortuna que a su preparación política o militar. Sus mayores éxitos militares, Francia y Polonia, a la superioridad incontestable de militares como Von Manstein (verdadero genio que diseñó la campaña de Francia)

    Pero la fortuna del jugador que lo apuesta todo, una y otra vez, contra las probabilidades, termina acabándose.

    Incluso en lo económico, su "mago" Schajt ya había dimitido hacia 1936 o así, convencido que Alemania iba a la ruina por su huida hacia adelante; la anexión de Austria y Chequia retrasó un poco el desastre, pero en 1939 el Banco de Alemania informó a Hitler y Goering de que la bancarrota era inminente. Solo le quedaba un camino. La guerra.
    3    k 77
  3. Rob_Ben_Gebler
    #2 excelente el artículo sobre los catalanes y el III Reich
    3    k 77
  4. macarty
    #2 macarty
     *
    #1 Así que partimos de la base de que Hitler era un indolente y un vago, y que al igual que Marx lo que no tenía era ganas de currar.
    Por otra parte, sabemos que los judíos, lejos de no implicarse en su comunidad, no destacaban en la media a la hora de escaquearse del frente (cosa que es desde el todo punto de vista, lógico). Es una de esas de "cree el ladrón que todos son de su condición.
    Estoy viendo un paralelismo entre el rollo viogen/machete al machote. Falta que alguna gilipollas proponga la solución final al problema de los hombres, exterminándonos. Lo cual biológicamente es fácil para ellas:
    1) se establece un cupo de donantes para mantener la diversidad genética
    2) se eliminan los cromosomas Y
    3) se establece que el nuevo y justo método de reproducción es asistida, donde solo cromosomas X masculinos son transferidos.
    3) se prohibe a los hombres reproducirse por métodos tradicionales
    4) en una generación, asunto resuelto

    Intedezante, creo que voy a escribir una tribuna :-)
    3    k 66
comentarios cerrados
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