Oligarquía postfranquista y burguesía catalana
Nunca llueve a gusto de todos. Y en este país de moros llueve poco y de manera desagradablemente copiosa y a deshora. Haciendo más daño que bien, en una alegoría de la situación actual, en un día gris donde el algunos buscan teñir de rojo las calles, lo mismo cae una pedregada, que lluvia torrencial, que hostias como panes. Está pasando. Disfruten de su cerrilidad, disfruten de las consecuencias del pensamiento testicular.
Ha llegado el momento esperado: las soflamas de la oligarquía postfranquista en todos los informativos ha despertado al monstruo del nacionalismo español; jaleado por la propaganda de la burguesía catalana y por un "españa se rompe" de la oligarquía postfranquista, algo que estaba mejor enterrado y reducido a los nostálgicos del dictador se despierta. La bestia cainita sedienta de sangre, sabemos cómo empieza pero solo podemos sospechar cómo acabará. Recordemos que la propaganda está destinada a aquel que está deseando creer, y que a una mente lúcida no se la engañará con falacias ni repeticiones ad nauseam de postverdad prefabricada, pero en este país de gente que piensa con la brújula moral de lo que dictan sus cojones toreros, podemos esperar cualquier cosa menos lucidez.
El monstruo ya ha entonado el "a por ellos, OÉ". Con dos cojones. En el último ejercicio de cainismo, 540000 muertos, 150000 represaliados, y 50000 ejecuciones sumarísimas. Cosas de los próceres, a los que les da miedo que les quiten la poltrona, a los que les importa tres cojones Europa, sus socios comerciales, y el bienestar de los ciudadanos. Mientras tanto, los arribistas de ambos lados disfrutan de cuentas fuera de lo corriente opacas al fisco en la confederación Helvética, y llevan a sus hijos a los mismos internados que pagamos entre todos.
Normalmente he hablado de la postverdad difundida por la burguesía catalana, aunque si os digo la verdad, la que más diversión me produce de todas es que "europa no dejará que pase nada". Está pasando... La realidad es bastante tozuda cuando de postverdades se trata. Ahora la siguiente es ver qué pasa con los cadáveres políticos de Puigdemont y Junqueras, que ya no pueden ser interlocutores válidos (intuyo que para que Arthur Plus I de la República de la Piruleta vuelva como un salvapatrias), se enfrente a Maria Dolores de Cospedal y al inútil de Zoido como contrapartida. Como no podría ser de otra forma, Mariano Rajoy y Soraya Saenz de Santamaría son también material quemado y no pueden ser interlocutores válidos. El escenario que planteé en la potencial república de la Piruleta (un clon de la Cuba de Batista), sigue siendo posible, pero hoy menos que nunca. La única forma de que eso fuera posible es que ganase un gobierno de izquierdas en Madrid que revocase todas las medidas de austeridad, y que la derecha catalana se afianzara en el poder con una alianza con Merkel y Macron. Que por supuesto, no están dispuestos a permitir que esa idea ronde por las cabecitas de corsos, bávaros y normandos, incluyendo a la liga norte italiana.
El Si-ferendum, esa cosa que han perpetrado saltandose todas las reglas del juego democrático a la torera, sin respetar siquiera la "jornada de reflexión", ha sido contestado a base de Guardia Civil y Policía Nacional. El enfrentamiento está servido entre los peones de la partida. Mientras tanto, veremos caer la sangre de nuevo, y espero de corazón que los partidarios del Si-ferendum no tengan el mártir que buscan desesperadamente para mantener su causa en marcha.
En mi pequeño reducto en la costa brava, miro de reojo las ofertas de trabajo fuera de este erial de la decencia, lejos de la indigencia intelectual, más cerca de una moralidad que respete al ciudadano y los principios de la democracia y no lo trate como un idiota. Ayer, una chispa de lucidez en el tweet de @norcoreano, dividía a los "demócratas" entre los que no dejan votar, y los que se pasan la ley por los cojones; me entró una profunda tristeza, y por qué no, una enorme sensación de futilidad e impotencia. Viendo que el Gran Hermano Reloaded sigue en prime time, me temo que voy a tener que seguir tragando con una situación política y económica que me da náuseas por lo polarizado y por lo perverso. Mientras tanto, la deuda pública sigue creciendo, los derechos sociales, desapareciendo. Más dumping de la sanidad pública a la privada, menos recursos para la educación pública, los juzgados colapsados (salvo para lo que conviene). ¿Alguien tiene alguna duda de lo que nos espera en este rincón del tercer mundo?