Soy hija de una de las 7291 víctimas de los protocolos de la vergüenza
Mi historia es como la de las otras víctimas, con nombre y apellidos, una vida de lucha y sacrificio con una familia que quedó rota. Mi padre Juan Huertas, cuando se jubiló en 2001 a los 65 años era vigilante de sala del Museo del Prado, disfrutaba y aprendía escuchando a los guías con las historias de cada cuadro. Murió el 6 de abril de 2020 en la residencia Adolfo Suárez, 100% publica.