La Panda del Moco: los pijos macarras que sembraron el terror en Madrid

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El Francés, el Judío, Pablo Full y el Italiano lideraron en los ochenta una banda de niños de papá malotes. Aficionados al full contact, hedonistas y muy violentos, su ideología era el dinero. Iñaki Domínguez desvela en un libro su historia. "Muchos eran partidarios del régimen y tienen la conciencia de ser especiales. Cuando llega la transición, temen quedarse sin esos privilegios", reflexiona Domínguez. Digamos que, entre comillas, se preparan para combatir en las calles contra los hijos del proletariado. Por ejemplo, para defenderse en...

la panda del moco, pijos macarras, niños de papa

comentarios (5)

Comentarios destacados:

#1 --298--
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Me imagino que todos tuvimos que hacer frente alguna vez a todos esos matones niños de papa, que muchas veces buscaban amedrentar a algún chaval en aquellos años de la transición...

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#2 inconformistadesdeel67

#1 Recuerdo movidas de ese estilo en mi pueblo, sí.

2 k 60
#3 squanchy

Se es muy valiente cuando tienes a papá y a las instituciones protegiéndote, además de una banda de treinta miembros.
En el artículo habla de los duros que eran, pero estoy seguro que en todas las peleas había una diferencia de tres a uno.

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#4 Arkham

#1 yo jugaba al futbol en el equipo del barrio y tenia amigos en casas de protección oficial de las chungas chungas (lo que en EEUU llamarian the projects.
De adolescente tuve alguna bronca por esos lares, pero nada serio que no pasase de palabras/amenazas.

Pero en el colegio privado al que iba, habia 4 pijos con mucha pasta malotes que se creian los putos reyes del mambo y me agredian fisicamente con frecuencia. No palizas, pero me hacian la vida imposible, yo tenia 13-4 años, son desarrollar y ellos 15 y hasta se afeitaban, siempre iban en manada.
Hasta que un dia uno me enganchó por detrás para tirarme al suelo, y mis reflejos de judo (cinturón marrón) llegaron antes que el pavor que les tenía, le hice una llave y le inmovilicé en el suelo. Empezó a aullar de dolor: se había roto el apendice del coccis en la caida.
Temi represalias, pero la verdad que fue mano de santo. Me siguieron molestando, pero a distancia…

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#5 IterCriminis

Los Pedro Gómez, qué recuerdos: muchos terminaban en mi barrio.

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