¿Qué ha sido de Trigglypuff?
Les ahorro un click. No lo sé.
Empecemos por el principio.
Cora Segal (también Cora Miriam, o Cora Gales, apodada "Trigglypuff") es una activista del feminismo radical, anticapitalismo, antirracismo… todo ello a su manera. A la manera de los Social Justice Warriors (SJW). ¡Ah, y contra la Opresión de Obesos! Así como suena.
Y aquí debo aclarar que yo, personalmente, tengo un claro sobrepeso. De modo que nadie se tome mi artículo como una burla de los obesos ni nada parecido.
Cora Segal saltó a la fama en abril de 2016, cuando trató de reventar un acto que se celebraba en la Universidad de Massachusetts en Amherst. Al evento, que se llamaba: “El Desencadenante: ¿Ha ido demasiado lejos lo Políticamente Correcto?”1 estaban invitados como conferenciantes los oradores conservadores Steve Crowden y Milo Yiannopoulos (este último homosexual, pero en contra del “movimiento gay” actual), y la feminista moderada Christina Hoff-Sommers.
La conferencia pretendía ser una crítica divertida del feminismo, el policorrectismo, y la censura de la Libertad de Expresión. Y tan cómica que fue, pues a partir del minuto 5 una mujer joven, muy obesa, empezó a gritar desde su asiento a Hoff-Sommers.2
La escena es tan disparatada que reconozco que, la primera vez que la vi, creí que era un montaje: era imposible que una obesa mórbida hiciese así el ridículo; además, qué bien cuadraba con la respuesta de Hoff-Sommers presentándola como una prueba de la locura del feminismo radical… Debía ser una actriz contratada para subir las audiencias…
Pero, poco después, dado el cachondeo en Internet, hubo gente que investigó, y descubrió que Cora Segal, en realidad, llevaba al menos dos años impartiendo cursos absolutamente tóxicos en algunos chiringuitos financiados con dinero de las universidades de EEUU.
En 2014, con otra activista del radicalismo femi-anticapitalismo-antihombreblanco-antiheterosexual-antigordas (Nicole Sullivan) dio un curso(??) en el Swarthmore College (Pennsylvania) cuyo puntos fuertes eran:
1. Conciencia del tamañismo y cómo opera como sistema de opresión; y sus intersecciones con el capitalismo, la supremacía blanca y el patriarcado. Es decir: la delgadez es odio patriarcal, capitalista, racista y homófobo a la obesidad.
2. La gordura tiene poco o nada que ver con la salud.
3. La salud NO es obligación moral, ni está sólo bajo nuestro control.
4. Abordar la gordofobia en nuestros espacios, especialmente en los movimientos sobre alimentos sostenibles/justicia alimentaria.
5. Trabajar para combatir el tamañismo y priorizar la Liberación Gorda como parte de los movimientos radicales.
Obviamente, podemos estar muy de acuerdo (y lo estamos) con que no se practique una discriminación y acoso contra los gordos. Pero no en que la obesidad no produzca un impacto negativo en la salud individual ni en el gasto sanitario (y ya no te digo en España, patria del todo lo socio-sanitario debe ser gratis). Pero es más; su identificación de la Gordofobia como una estrategia del capitalismo, del patriarcado y del supremacismo blanco... 3
Por supuesto, hubo preguntas a Swathmore College sobre la pertinencia y utilidad de dichas charlas; pero, salvo una respuesta muy ambigua sobre la “necesidad de escuchar todas las voces” no consta que hubiese respuesta. Aunque no creo que Segal volviese a Swathmore.
Por otro lado, al parecer, su curriculum estaba “un poquito inflado”. Donde decía en sus redes sociales que "Actualmente estudia en Hampshire College", en realidad, significaba que, unos años atrás, hizo un semestre en dicho centro de estudios y en 2014-16 algunos amigos SJW la alojaban de gratis.
Volviendo al acto de Abril de 2016 que la hizo famosa, tras sus gritos e insultos contra Hoff-Sommers, tuvo un verdadero berrinche infantil. En los días siguientes la grabación (no la oficial del acto, sino la de la rabieta, que hizo una estudiante sentada ante Segal llamada Kassy Dillon) se hizo viral.
Una amiga de Segal, Jennie Chenkin, amenazó con demandar a Kassy Dillon y a todos los que habían divulgado el video, porque Segal estaba siendo sometida a "hostigamiento, humillación, acoso cibernético, difamación".4 Obviamente, esto no hizo sino empeorar la situación, aumentando el nivel de burlas contra Segal.
Segal ha desaparecido de las redes sociales.
Es posible (aunque no lo creo) que al verse reflejada como la "gorda ridícula de la que todo el mundo se ríe por su comportamiento infantil" haya reflexionado, y abandonado su patética postura.
En todo caso, quiero hacer una llamada de atención: excepto el grotesco aspecto de esta joven, sus argumentos y posturas son clavados a Irantzu Varela, Barbijaputa, o algunas políticos con mando en plaza en España.
Ahí lo dejo.