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  1. Marsupilami
    Marsupilami
    @maslinux

    Buena anécdota, déjame contarte una que me sucedió a mí hace mil años. Entonces estábamos probando un programa de contabilidad para una gran empresa y estaba en la sala entre otras personas el director general (DG), etc.

    Eran tiempos en los que aún eran raros los ratones, no te sé decir, la época de los 90 sería. El caso es que los representantes del programa de contabilidad exponían las bondades bla bla bla... casi todos nosotros estábamos fascinados de lo que se podía hacer con un aparatito tan pequeño. El caso es que el DG dice ¿Bueno muy bien pero es difícil corregir un apunte? y se da pie al siguiente diálogo

    Técnico: Oh, no, basta darle aquí y aquí y corregirlo
    DG: ¿Y cómo le digo que el apunte es al debe o al haber?
    Técnico: Oh, basta decirlo en esta pantalla, míre, dígáselo usted mismo.

    Y el técnico no se le ocurre nada más que ponerlo en la pantalla y pasarle el ratón al DG. El director general, agarra el ratón, se lo acerca a la boca como si fuera un micrócono y dice en voz alta "Al debe"

    Yo no supe que decir, madre mía, aún no sé como pude aguantarme las ganas de reir.
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  1. inconformistadesdeel67
    inconformistadesdeel67
    @Marsupilami @maslinux Pues imagínate el técnico. xD
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    1. Marsupilami
      Marsupilami
      @inconformistadesdeel67 @maslinux

      La verdad es que fue todo un show ver a ese director general tan trajeado, tan importante, tan lleno de ego, hablarle al ratón mirando fijamente a la pantalla y decirle "quiero que este apunte vaya al debe"

      Probablemente esta anécdota esté a punto de pasar de moda porque en efecto la inteligencia artificial hará que nuestra interface con los ordenadores sea precísamente así, hablándoles o señalándoles la opción elegida con nuestra mirada, pero de veras que en aquel entonces la imposibilidad de reirse porque era el importantísimo director general hizo la escena aún más y más cómica. Digamos que la habitación estalló de mudas carcajadas.

      En fin, es una anécdota divertida que he querido compartir con vosotros, sin más pretensiones.
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