@Curr0 Bueno, al menos los fabricantes están haciendo lo que deben hacer, eliminar las grasas trans y sustituirlas por otras más saludables. El hidrogenar las grasas (convertirlas en trans) se hacía porque era extremadamente barato. Le daba estabilidad a la margarina, a la hora de conservarla y de freír.
Sustituir eso por grasa de coco (que por cierto es saturada) u otra similar.....les sale más caro a los fabricantes. Pero me alegro de que se preocupen más por la salud de sus consumidores, que por la rentabilidad del producto.
Yo personalmente prefiero la mantequilla mil veces, aunque cueste el doble o el triple. En general las bacterias intestinales se dan un festín con determinadas grasas saturadas como la de la mantequilla, queso o productos fermentados, y eso se traduce en una mejor respuesta inmune.
Sustituir eso por grasa de coco (que por cierto es saturada) u otra similar.....les sale más caro a los fabricantes. Pero me alegro de que se preocupen más por la salud de sus consumidores, que por la rentabilidad del producto.
Yo personalmente prefiero la mantequilla mil veces, aunque cueste el doble o el triple. En general las bacterias intestinales se dan un festín con determinadas grasas saturadas como la de la mantequilla, queso o productos fermentados, y eso se traduce en una mejor respuesta inmune.
La margarina siempre ha sido vista con cierto recelo: se suele percibir como un producto “industrial” y “artificial”, cuya composición es “sospechosa”. Estos temores se deben sobre todo a las características que presentaban muchas margarinas en el pasado: hasta hace unas décadas estaban compuestas por algunas grasas que dejaban bastante que desear desde el punto de vista nutricional, como las grasas trans. Además, como consumidores no teníamos forma de conocer detalles acerca de su composición porque en su etiqueta solo se mostraban indicaciones genéricas acerca de sus ingredientes, como “grasas vegetales”, sin especificar qué tipos.
En la actualidad estos productos son muy diferentes a los de hace unos años. Se ha mejorado su composición, de manera que la gran mayoría ya no contienen grasas trans. Además, la etiqueta muestra todos los ingredientes con detalle; por ejemplo, en lugar de “grasas vegetales”, ahora se indica “aceite de oliva” o “grasa de coco”. De este modo podemos ver que no contienen ingredientes extraños...