Caballeros, propongo mantener la hermandad y la camaradería dentro de este, el azul rincón de los postits, con el fin de marcar ciertas distancias con el homólogo anaranjado. Eso sí, siempre sin caer en la hipocondría y la exaltación de la ciberamistad hiperbolizada, cuasiartificial, consecuencia de carencias que se encuentran en el mundo más allá de las puertas digitales, carencias que acaban externalizándose con exageración mendicante, y con resultado similar al del clero en asuntos del amar.