Ahora mismo yo sería partidario de sacar todos los partidos del Parlamento e imponer un gobierno de concentración con el Rey como Jefe del Estado y Presidente del Parlamento, con una cartera de técnicos que regulasen el correcto funcionamiento del Estado.
Posteriormente anular todas las autonomías y dar un año de plazo hasta la convocatoria de nuevas elecciones. Durante ese año los partidos políticos que se presenten con un programa CONSTITUCIONAL tendrían la oportunidad de explicar sus posturas en televisión de forma pública y gratuita, y con libertad y con el mismo tiempo de exposición para todos los partidos.
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