El Circo
Corren tiempos oscuros. En pleno auge de la tecnología, de la mecánica cuantica y de la resolución de las conjetura de Poincaré premiada con una medalla Fields que el propio Perelman rechazó, seguimos sin solucionar el tema de la radicalidad y del enfrentamiento entre grupos y comunidades. Dónde antaño la cohesión de grupos venía de la mano de la religión, la cual servía para aunar esfuerzos y metas en pro de una sociedad unida y en paz, ahora están las ideologías, qué en teoría servían para lo mismo pero que parece que últimamente y como también pasó con las religiones son el hilo conductor de conflictos de muchos por el interés de unos pocos que los manipulan a su antojo. Al igual que los nazis instrumentalizaron y retorcieron la filosofía de Nietzsche para dotar de argumentos una revolución violenta, ahora los políticos instrumentalizan las ideologías de derechas y de izquierdas para utilizar a los prosélitos de uno y otro bando como carne de cañón y con objetivos fundamentalmente partidistas de cara a permanecer en la poltrona del poder, ya sea en el gobierno como en la oposición. Al final es todo un circo donde unos le hacen el caldo gordo a otros. Hasta aquí yo creo que quien ya tenga una edad estará completamente de acuerdo conmigo. Pero ¿cómo lo hacen?. Fácil, a través de apelar a los sentimientos y las emociones. la izquierda a través de las emociones de justicia y compasión y la derechona a través del miedo físico y psicológico. Parece que en pos de defender unas y otras posturas vale todo, "el fin justifica los medios" como se rezaba en el principe de Maquiavelo. Mientras que la izquierda apela al trato justo, al femisnsimo, al veganismpo, al animalismo y a todos los ismos y se vale de métodos espureos y torticeros basados en la estigamatización y en la expulsión del grupo (métodos que parece que no han sido superados después de 20.000 años), en definitiva, en el miedo ancestral a quedarse sólo con las consecuencias que ello conllevaba (la muerte), la derechona cavernaria apelaba a la seguridad a la predecibilidad, a la carencia de incertidumbre de cara a la galería porque mientras tanto precarizaban el empleo, bajaban los sueldos en aras de una supuesta competitividad en un mercado libre y globalizado y en defenitiva provocaban aquello que decían defender (la falta de seguridad). A grandes rasgos ambas ideologías o ambos extremos de esas ideologías utilizan el miedo a su antojo y ambas se acusan de lo mismo con mayor o menor acierto y las emociones se encargan de polarizar a la sociedad dependiendo el trozo de tarta del pastel que te haya tocado por herencia ya que el tema de la movilidad social es peliagudo y hay mayor probabilidad que el hijo de un fontanero sea mecánico de que sea abogado por no entrar en el tema de los contactos heredados con personas influyentes.
El problema es de los gordos,porque mientras el sentido común habla de dialogo y consenso para solucionar problemas en beneficio de la sociedad, los políticos se empeñan en radicalizar sus posturas y seguir destruyendo el tejido social en a saber que suerte de intereses ocultos, envidias, celos, venganzas, vendetas personales y muertos en las cruzadas. Mientras tanto la sociedad se va al garete ante la mirada atónita de ciudadanos que vemos la cuestión muy clara y que no tenemos ganas algunas de pelear ni de luchar por caprichos e intereses de unos pocos.
bajo mi punto de vista lo que hoy en dia pasa en los parlamentos de media europa va contra toda lógica y racionalidad posible lo que nos lleva a pensar que bajo todas estas tensiones sólo hay intereses espúreos de unos pocos que se lo llevan y se lo van a llevar calentito.
¡¡¡¡Estamos de circo hasta las narices!!!!!, qué se vayan ya los payasos.