#3 Bueno, pues me cago en los que le dan esa financiación pública y luego mete la mano en la hucha para salir del paso de otros menesteres muuuuucho más importantes.
#4 Un momento que estoy rebuscando en la biblioteca. Si mal no recuerdo, creo que tengo algo que puede amplificar el efecto laxante... (dame un momento...)
#6 ¡Ajá! Aquí está: el famoso Concordato con la Santa Sede, cuyos compromisos resumo de la siguiente manera:
Entre 1979 y 1983, el Estado se compromete a financiar a la Iglesia directamente desde los Presupuestos Generales del Estado.
A partir de 1983, el Estado se compomete a financiar a la Iglesia a partir del porcentaje que los propios contribuyentes decidan donar (la famosa "casilla").
La Iglesia se compremete a buscar su independencia financiera.
Así que...
1) Dado que estamos a 18 de diciembre de 2016, el Estado solo puede contribuir mediante la parte del IRPF que los contribuyentes deciden aportar a la Iglesia, y no puede establecer partidas específicas en los Presupuestos para financiarla.
2) En 40 años la Iglesia sigue siendo dependiente económicamente del Estado, mientras que este ha cumplido a rajatabla cada año. Podemos decir que la Iglesia solo tenía 1 compromiso y lo ha incumplido.
#7 Pues ya sabemos, habría que exigir a la Iglesia que devuelva con efecto retroactivo desde 1983 todo lo recibido del Estado que no viniera de contribuciones voluntarias de los ciudadanos.
#3#4 Tampoco os paséis... si se eleva tanto el listón, y la susceptibilidad es muy alta, al final se puede a convertir en algo incontrolable.
Lo que debemos hacer es aplicar el código de comportamiento como es debido. En cierto modo, la palabra malsonante no deja de ser un recurso oratorio muy útil para imprimir contundencia a los mensajes. Distinto es que se utilice para descalificar directamente a otro usuario...
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Entre 1979 y 1983, el Estado se compromete a financiar a la Iglesia directamente desde los Presupuestos Generales del Estado.
A partir de 1983, el Estado se compomete a financiar a la Iglesia a partir del porcentaje que los propios contribuyentes decidan donar (la famosa "casilla").
La Iglesia se compremete a buscar su independencia financiera.
Así que...
1) Dado que estamos a 18 de diciembre de 2016, el Estado solo puede contribuir mediante la parte del IRPF que los contribuyentes deciden aportar a la Iglesia, y no puede establecer partidas específicas en los Presupuestos para financiarla.
2) En 40 años la Iglesia sigue siendo dependiente económicamente del Estado, mientras que este ha cumplido a rajatabla cada año. Podemos decir que la Iglesia solo tenía 1 compromiso y lo ha incumplido.
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Lo que debemos hacer es aplicar el código de comportamiento como es debido. En cierto modo, la palabra malsonante no deja de ser un recurso oratorio muy útil para imprimir contundencia a los mensajes.