En mi empresa de desarrollo de aplicaciones tenemos a uno de esos dinobebés: un tio sesentón que no ha querido actualizarse desde hace al menos tres lustros, y que viene a la empresa a hacer lo menos posible y tocarse los huevos a dos manos, mientras fuma en su despacho. Si la empresa fuese mía, hace mucho que le hubiese dado la patada.
#2 Luego dicen que eso solo pasa en el sector público, pero estoy harto de verlo también en el sector privado. Y siempre es por el mismo problema: malos jefes.
#3 Este no responde ante nadie, sólo ante el dueño de la empresa, que le tiene aprecio porque es de los primeros trabajadores que contrató. Si viese a qué dedica la jornada laboral, lo mismo ya le deja de tener aprecio.
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