Visto como van las cosas en Catatonia, con los lazis creando inseguridad jurídica, las empresas en fuga, y la habitual política de la Generamitad de patearse el presupuesto en gilipolleces, con una administración local que enquista a sus afines en cualquier ámbito público y expulsa a los hispanohablantes de la vida pública, me inclino por la decadencia. He visto a esta tierra desangrarse desde la aprobación del estatuto, cuando empezaron con el prusés. Ahora solo es la autonomía con mayor percepción de corrupción en la administración pública de España.