Pienso mucho en IDA, estoy llegando a unas cuantas conclusiones acerca de ella solo haciendo una evaluación de sus declaraciones (cuando no lee discursos).

IDA tiene la mirada sorprendentemente vacía, ausente. Hay intensas emociones en ella pero están apagadas. Orfidal y Lexatín explicarían la mirada vacía, y la solución (química) a los (obvios) problemas de ansiedad que presenta.
Lo segundo, aparte de su comportamiento errático, es su variación de peso desde que cogió el cargo. IDA es posiblemente bulímica, pero el cuadro de ansiedad que presenta es mucho peor.
Lo tercero es que ha llegado a un puesto por encima de sus capacidades, de rebote si se prefiere, como "animal de partido" (o trepilla que ha subido en el escalafón arrimandose al sol que más calienta) y por descarte de otros. En esa posición no puede gestionar la presión ni puede hacer nada coherente, porque no está ni puede estar centrada en lo que tiene entre manos, con tanta gente diciendole lo que debe de hacer.

IDA deberia dedicarse a sus clases de zumba y a estar divina y a pasarselo bien. Va a reventar, y no va a ser divertido.