Los partidos son ejércitos en guerra, necesitan y exigen obediencia ciega.
Otra cosa son las familias, las dos grandes familias que pelean por el control del partido Tory, una de las razones de Cameron para saldar el conflicto interno de su partido con el referendum. Una pena que lo perdiera, constatando el tamaño del problema.
Los partidos son ejércitos en guerra, necesitan y exigen obediencia ciega.
Otra cosa son las familias, las dos grandes familias que pelean por el control del partido Tory, una de las razones de Cameron para saldar el conflicto interno de su partido con el referendum. Una pena que lo perdiera, constatando el tamaño del problema.