La semana pasada sí se lo regalaron. Pero es igual. El mensaje de fondo es que la pensiones y los pensionistas les importan un carajo. Lo único que les preocupa es desgastar a Sánchez y rascar unas décimas de intención de voto. Cuando lleguen al gobierno, ya congelarán las pensiones y, si pueden, bajarán o eliminarán el SMI. Nadie inteligente al mando.