Ningún miembro del Estado puede ser aprobado por los ciudadanos después de una catástrofe como esta. Sin embargo, para esto está la prensa, que al menos ha salvado al monarca. Raro ha sido ver alguna crítica dura en las tertulias, lo más ha sido criticar si era el momento. De todos modos, recuerden que el tamaño de la muestra es de 1.000 peronas que han atendido una encuesta telefónica.