1.- Curiosamente Pötsch (que, por cierto, también fue profesor de Adolf Eichmann), en sus recuerdos, no calificaba a Hitler como buen alumno, y desde la anexión de Austria por el III Reich, viendo la represión de sus conciudadanos austriacos, se negó a apoyar la política de su antiguo alumno.
Existe una fotografía muy conocida del pequeño Adolf entre sus condiscípulos, en la fila superior, con gesto adusto, brazos en jarras, como quien es un futuro líder. Es una foto muy conveniente, tanto para sus partidarios como para sus enemigos. En realidad, existen otras fotografías de la infancia del Führer, con sus compañeros de clase, en las que Adolf aparece como un niño común, ni déspota ni Führer nato
2.- Las RealSchule se dividían en dos tramos: el Inferior, equivalente a nuestra Enseñanza Secundaria; y el Superior, que consistía en una especie de preparación para la Enseñanza Superior o Universitaria. Hitler tuvo que cambiar de la RealSchule de Linz a la de Steyr cuando en Linz le aprobaron con la condición de que “cambiara de centro educativo”. En todo caso, tras ser aprobado en la RealSchule Inferior de Steyr, no tenía ningún interés en continuar sus estudios, lo cual supuso un punto decisivo en su vida futura, como veremos, pues le cerraba el ingreso a lugares como la Escuela de Arquitectura.
3.- La madre de Adolf Hitler, Klara, había visto como cuatro de sus seis hijos morían en la infancia; y la otra superviviente, Paula, tenía siete años menos que Adolf, y sólo once cuando murió su madre. Es lógico, hasta cierto punto, que Adolf resultase un “niño mimado” de su madre, que no le negaba nunca nada.
4.- Sin duda Kubizek, que estudiaba música, era considerado por Hitler inferior a él en talento y en genio. Además, ciertamente Hitler dominaba a su amigo absolutamente en cuanto a carácter. Ver cómo Kubicek, que se preparaba para el Conservatorio de Música, era admitido, mientras él era rechazado dos veces, supuso una dura humillación para el futuro Führer, que desapareció de la vida del joven músico. Se volvieron a encontrar, en 1938, cuando Hitler ya era el Canciller del III Reich y entró en Viena como conquistador.
5.- Nuevamente la falta de constancia en los estudios y trabajos de Hitler, contra él. Y, otra vez, podemos descartar como causa del antisemitismo, el rechazo en el ingreso a la Academia de Bellas Artes, que algunos de sus biógrafos presentaron como consecuencia de la “mafia” judía en las Universidades. Simplemente, Hitler era perezoso y no se esforzó lo suficiente para adquirir habilidades suficientes para superar el ingreso en Bellas Artes, y sus expedientes escolares hacían imposible su ingreso en Arquitectura.
Existe una fotografía muy conocida del pequeño Adolf entre sus condiscípulos, en la fila superior, con gesto adusto, brazos en jarras, como quien es un futuro líder. Es una foto muy conveniente, tanto para sus partidarios como para sus enemigos. En realidad, existen otras fotografías de la infancia del Führer, con sus compañeros de clase, en las que Adolf aparece como un niño común, ni déspota ni Führer nato
2.- Las RealSchule se dividían en dos tramos: el Inferior, equivalente a nuestra Enseñanza Secundaria; y el Superior, que consistía en una especie de preparación para la Enseñanza Superior o Universitaria. Hitler tuvo que cambiar de la RealSchule de Linz a la de Steyr cuando en Linz le aprobaron con la condición de que “cambiara de centro educativo”. En todo caso, tras ser aprobado en la RealSchule Inferior de Steyr, no tenía ningún interés en continuar sus estudios, lo cual supuso un punto decisivo en su vida futura, como veremos, pues le cerraba el ingreso a lugares como la Escuela de Arquitectura.
3.- La madre de Adolf Hitler, Klara, había visto como cuatro de sus seis hijos morían en la infancia; y la otra superviviente, Paula, tenía siete años menos que Adolf, y sólo once cuando murió su madre. Es lógico, hasta cierto punto, que Adolf resultase un “niño mimado” de su madre, que no le negaba nunca nada.
4.- Sin duda Kubizek, que estudiaba música, era considerado por Hitler inferior a él en talento y en genio. Además, ciertamente Hitler dominaba a su amigo absolutamente en cuanto a carácter. Ver cómo Kubicek, que se preparaba para el Conservatorio de Música, era admitido, mientras él era rechazado dos veces, supuso una dura humillación para el futuro Führer, que desapareció de la vida del joven músico. Se volvieron a encontrar, en 1938, cuando Hitler ya era el Canciller del III Reich y entró en Viena como conquistador.
5.- Nuevamente la falta de constancia en los estudios y trabajos de Hitler, contra él. Y, otra vez, podemos descartar como causa del antisemitismo, el rechazo en el ingreso a la Academia de Bellas Artes, que algunos de sus biógrafos presentaron como consecuencia de la “mafia” judía en las Universidades. Simplemente, Hitler era perezoso y no se esforzó lo suficiente para adquirir habilidades suficientes para superar el ingreso en Bellas Artes, y sus expedientes escolares hacían imposible su ingreso en Arquitectura.