#17 Discrepo de que el federalismo requiera una previa "ruptura" de España. Porque, para empezar, ¿qué es romper España? En la segunda mitad del XIX ya hubo quien concluyó que el modelo federal se ajustaba a la realidad de España.
Por otra parte, el PSOE mismo es un peligro. Su propuesta federal, creo, es como su propuesta republicana. Fachada, nada más.
El Estado no tiene que permitir y tampoco reprimir proyectos políticos, cualquiera que sea su objetivo, siempre que representen la soberanía del pueblo. Esta parte es la que menos interesa de la ¿constitución? El Estado debe ser un instrumento para organizar la vida en sociedad según cómo esta es, no el rector de dicte cómo debe ser la sociedad. El primer modelo, del que España sigue cautiva, es el Antiguo Régimen: unas élites que deciden a costa de los súbditos, quienes sólo pueden acatar. El miedo de las élites a la soberanía popular es que ciudadanos libres se emancipen y decidan por sí mismos un modelo de convivencia distinto al que interesa a las élites.
No veo problema en que se vote cualquier cosa, otro asunto es que eso tenga alguna validez porque hay unas reglas y cambiarlas requiere más respaldo que el que esos votos pueden proporcionar. Lo que no es justo es que las leyes estén escritas en piedra y no se puedan cambiar. La misma ¿constitución? española es otorgada, no hubo un proceso constituyente. Por lo que parece, los ciudadanos no pueden modificarla por la vía de la expresión de su soberanía, que es el voto, pero sí se puede modificar cuando lo pidan los "inversores", esencialmente los bancos gringos y los fondos de inversión.
España nunca fue grande. Ninguna "nación" ha sido grande. Es una mera sinécdoque, una interpretación de la historia en clave nacional romanticista. Sólo sus reyes, sus élites, pudieron ejercer su grandeza, aumularon poder y se apropiaron de todos los recursos que usaron casi siempre en despótico ejercicio. La vida de los ciudadanos españoles siempre fue bastante penosa hasta bien entrados los años 80 del siglo XX.
Lo de la envidia de la grandeza de España suena a Enciclopedia Álvarez y el victimismo revanchista histórico para ocultar la extrema ineptitud de las clases dirigentes que, apoyadas en el poder casi omnímodo de monarcas tarados, perfectos tontos útiles, condujeron al imperio a una vergonzante ruina, incapaces de liderar un mundo industrial por mentenerse aferrados al designio divino del que se creían portadores.
#18 Por definición, el federalismo requiere de sujetos separados y soberanos. Para llegar al federalismo, antes tocaría pasar por la casilla de otorgar cuanto pidan a todos los secesionismos existentes o posibles: en Cataluña, provincias vascas y Navarra, Galicia, Canarias, Baleares, Andalucía...
Al federalismo no se puede llegar sin descuartizar previamente España.
Y una de las bases de un Estado debe ser la preservación del orden político, más allá de quién gobierne. No se puede votar cualquier cosa: primero, las leyes, y luego los votos. No se puede votar cualquier cosa igual que no se puede someter cualquier cosa a contrato (salvo que seamos ultraliberales locos como Milei).
Y claro que España fue grande: no hay más que ver la Historia. Mientras los reyes se apolillaban en Aranjuez, El Escorial o Madrid, había españoles pisando tierras que ningún europeo había pisado nunca, abriendo rutas marítimas, fundando universidades o aprendiendo el idioma de otros pueblos.
La leyenda negra ha sido un arma de guerra que ha triunfado durante siglos, y que aún perdura.
#19 Y ¿por qué no se puede votar lo que sea? Mira que hay gente alérgica a la democracia, a la expresión de la voluntad de los ciudadanos, y prefiere que haya, sí, un poco de eso, pero siempre sometida a la tutela de unas élites.
La concepción que expones sobre las leyes viene de las tablas de Moisés, escritas en piedra por un ser mágico. Pero en democracia las leyes son códigos de comportamiento y convivencia que los ciudadanos expresan con su voluntad y por esa misma vía se mantienen, se modifican o se derogan.
La leyenda negra que mencionas no es el problema, sólo la excusa. El problema es la insistencia de una buena parte de españoles en mantener a España en el Antiguo Régimen, basado en una concepción mágica divina de su origen que alimenta el odio a los que quieren un país construido sobre acuerdos de convivencia entre iguales y no sobre dogmas otorgados por una élite en nombre de un dios. Las élites que reaccionaron contra la evolución a principios del XIX siguen haciéndolo hoy, con otros nombres, pero en muchos casos con mismos apellidos. La grandeza de España es el mismo relato de ficción de todas las naciones de estirpe divina: "fuimos grandes". Pero esa gente, mayormente, huía de la miseria y el hambre. Y ninguno de ellos tenía un concepto de nación en su ideario.
#21 Pensaba que, habiéndote presentado otras veces como jurista, no plantearías ese falso dilema. A pesar de todo, nada impide que votéis, participe yo o no.
Votar no necesariamente implica democracia, hay ejemplos de sobra. Tampoco implica ejecución de lo votado, véase los referendos consultivos. Cuando tratamos sobre democracia, nos referimos a un modo de organización social y política, no a que tu colega y tú pretendáis un burdo engaño propio de los villanos de Ruy el pequeño Cid.
La secesión de parte del territorio no se puede votar, porque ni la soberanía es divisible, ni se puede reclamar individualmente (o por un grupo de sujetos).
#23 La soberanía emana del pueblo. Por tanto pertenece al pueblo, no a un dios, ni a un tipo que diga por sus huevos qué y cómo se puede manifestar.
Por supuesto, ahí coincidimos, la soberanía emana de todo el pueblo, no sólo de una parte de él. Por eso me parece que se puede y se debe votar. Pero no necesariamente lo votado se pondrá en práctica o tendrá utilidad, no mientras no se haya expresado la voluntad de todo el pueblo.
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Por otra parte, el PSOE mismo es un peligro. Su propuesta federal, creo, es como su propuesta republicana. Fachada, nada más.
El Estado no tiene que permitir y tampoco reprimir proyectos políticos, cualquiera que sea su objetivo, siempre que representen la soberanía del pueblo. Esta parte es la que menos interesa de la ¿constitución? El Estado debe ser un instrumento para organizar la vida en sociedad según cómo esta es, no el rector de dicte cómo debe ser la sociedad. El primer modelo, del que España sigue cautiva, es el Antiguo Régimen: unas élites que deciden a costa de los súbditos, quienes sólo pueden acatar. El miedo de las élites a la soberanía popular es que ciudadanos libres se emancipen y decidan por sí mismos un modelo de convivencia distinto al que interesa a las élites.
No veo problema en que se vote cualquier cosa, otro asunto es que eso tenga alguna validez porque hay unas reglas y cambiarlas requiere más respaldo que el que esos votos pueden proporcionar. Lo que no es justo es que las leyes estén escritas en piedra y no se puedan cambiar. La misma ¿constitución? española es otorgada, no hubo un proceso constituyente. Por lo que parece, los ciudadanos no pueden modificarla por la vía de la expresión de su soberanía, que es el voto, pero sí se puede modificar cuando lo pidan los "inversores", esencialmente los bancos gringos y los fondos de inversión.
España nunca fue grande. Ninguna "nación" ha sido grande. Es una mera sinécdoque, una interpretación de la historia en clave nacional romanticista. Sólo sus reyes, sus élites, pudieron ejercer su grandeza, aumularon poder y se apropiaron de todos los recursos que usaron casi siempre en despótico ejercicio. La vida de los ciudadanos españoles siempre fue bastante penosa hasta bien entrados los años 80 del siglo XX.
Lo de la envidia de la grandeza de España suena a Enciclopedia Álvarez y el victimismo revanchista histórico para ocultar la extrema ineptitud de las clases dirigentes que, apoyadas en el poder casi omnímodo de monarcas tarados, perfectos tontos útiles, condujeron al imperio a una vergonzante ruina, incapaces de liderar un mundo industrial por mentenerse aferrados al designio divino del que se creían portadores.
Al federalismo no se puede llegar sin descuartizar previamente España.
Y una de las bases de un Estado debe ser la preservación del orden político, más allá de quién gobierne. No se puede votar cualquier cosa: primero, las leyes, y luego los votos. No se puede votar cualquier cosa igual que no se puede someter cualquier cosa a contrato (salvo que seamos ultraliberales locos como Milei).
Y claro que España fue grande: no hay más que ver la Historia. Mientras los reyes se apolillaban en Aranjuez, El Escorial o Madrid, había españoles pisando tierras que ningún europeo había pisado nunca, abriendo rutas marítimas, fundando universidades o aprendiendo el idioma de otros pueblos.
La leyenda negra ha sido un arma de guerra que ha triunfado durante siglos, y que aún perdura.
La concepción que expones sobre las leyes viene de las tablas de Moisés, escritas en piedra por un ser mágico. Pero en democracia las leyes son códigos de comportamiento y convivencia que los ciudadanos expresan con su voluntad y por esa misma vía se mantienen, se modifican o se derogan.
La leyenda negra que mencionas no es el problema, sólo la excusa. El problema es la insistencia de una buena parte de españoles en mantener a España en el Antiguo Régimen, basado en una concepción mágica divina de su origen que alimenta el odio a los que quieren un país construido sobre acuerdos de convivencia entre iguales y no sobre dogmas otorgados por una élite en nombre de un dios. Las élites que reaccionaron contra la evolución a principios del XIX siguen haciéndolo hoy, con otros nombres, pero en muchos casos con mismos apellidos. La grandeza de España es el mismo relato de ficción de todas las naciones de estirpe divina: "fuimos grandes". Pero esa gente, mayormente, huía de la miseria y el hambre. Y ninguno de ellos tenía un concepto de nación en su ideario.
Sería democrático.
Me entiendes por donde voy. No, no se puede votar todo, igual que no se puede aceptar todo en un contrato.
Votar no necesariamente implica democracia, hay ejemplos de sobra. Tampoco implica ejecución de lo votado, véase los referendos consultivos. Cuando tratamos sobre democracia, nos referimos a un modo de organización social y política, no a que tu colega y tú pretendáis un burdo engaño propio de los villanos de Ruy el pequeño Cid.
La secesión de parte del territorio no se puede votar, porque ni la soberanía es divisible, ni se puede reclamar individualmente (o por un grupo de sujetos).
Por supuesto, ahí coincidimos, la soberanía emana de todo el pueblo, no sólo de una parte de él. Por eso me parece que se puede y se debe votar. Pero no necesariamente lo votado se pondrá en práctica o tendrá utilidad, no mientras no se haya expresado la voluntad de todo el pueblo.