#6 Ninguna duda. Cada vez leo cosas más increíbles. En cualquier caso, si te molestas en leer la noticia verás que los datos que aporta provienen del Informe de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.
#2 No me parece descabellado, y por supuesto que me parece criticable ahora bien:
* No creo que este aumento se le pueda atribuir únicamente a Milei. Puedes ver la evolución de la pobreza en toda Argentina y verás que que la línea sencillamente no ha variado.
* Si el gobierno deja de dar dinero a los ciudadanos por tocarse las pelotas en casa, esas personas o salen a trabajar o serán pobres. Es triste, pero es así. Y en Argentina había muchas personas que vivía solo de la acumulación de subvenciones.
Veremos cómo termina. Para mí, Argentina es ahora mismo un experimento.
#21 Sabes lo que no varía, vuestro discursito de siempre, ese de que la gente es vaga, no trabaja y vive de paguitas. El discurso simplón, para el cual no es necesario ningún análisis porque precisamente el que lo defiende no quiere que se haga ningún análisis.
Por otra parte, calificar a Argentina de experimento parece un tanto cínico, cuando dichas políticas ya se han implementado anteriormente en otros países.
#23 ah! De simplón nada, ahí tienes las estadísticas de cuánto gastaba el estado argentino en cada tipo de subvención, cuantas se convirtieron en subvenciones permanentes y cuántas personas había cobrando varias subvenciones al mismo tiempo. Cuando quieras hacemos un analisis tan extenso como quieras oye.
Argentina es un experimento porque nunca se ha pasado de políticas expansivas socialistas basadas en la emisión de deuda y / o moneda a políticas liberales.
Argentina ya tuvo políticas liberales y por eso fue uno de los países más ricos del mundo, fue cuando se empezaron a establecer medidas expansivas cuando se hundió... Esto es un hecho vaya.
Ahora... Dolarizar el estado? Dejar sin efecto el banco central (que por cierto está de alguna forma incluido en su constitución)?
Si eso no es un experimento, ya me dirás.
Tal vez lo cínico sea acusar a los demás sin haber entendido en argumento... O tal vez lo simplón sea sugerir que es buena idea mantener desde el estado con subvenciones directas a casi cualquiera que lo solicite... O tal vez lo simplón sea no soltar argumento alguno e intentar insultar, acusar o encasillar a los demás sin pensar nada más.
#24 "ah! De simplón nada, ahí tienes las estadísticas de cuánto gastaba el estado argentino en cada tipo de subvención, cuantas se convirtieron en subvenciones permanentes y cuántas personas había cobrando varias subvenciones al mismo tiempo". ¿Y no aportas los datos?
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* No creo que este aumento se le pueda atribuir únicamente a Milei. Puedes ver la evolución de la pobreza en toda Argentina y verás que que la línea sencillamente no ha variado.
* Si el gobierno deja de dar dinero a los ciudadanos por tocarse las pelotas en casa, esas personas o salen a trabajar o serán pobres. Es triste, pero es así. Y en Argentina había muchas personas que vivía solo de la acumulación de subvenciones.
Veremos cómo termina. Para mí, Argentina es ahora mismo un experimento.
Por otra parte, calificar a Argentina de experimento parece un tanto cínico, cuando dichas políticas ya se han implementado anteriormente en otros países.
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Argentina es un experimento porque nunca se ha pasado de políticas expansivas socialistas basadas en la emisión de deuda y / o moneda a políticas liberales.
Argentina ya tuvo políticas liberales y por eso fue uno de los países más ricos del mundo, fue cuando se empezaron a establecer medidas expansivas cuando se hundió... Esto es un hecho vaya.
Ahora... Dolarizar el estado? Dejar sin efecto el banco central (que por cierto está de alguna forma incluido en su constitución)?
Si eso no es un experimento, ya me dirás.
Tal vez lo cínico sea acusar a los demás sin haber entendido en argumento... O tal vez lo simplón sea sugerir que es buena idea mantener desde el estado con subvenciones directas a casi cualquiera que lo solicite... O tal vez lo simplón sea no soltar argumento alguno e intentar insultar, acusar o encasillar a los demás sin pensar nada más.