#7La amplitud del desierto de la zona entre las cejas y el cogote del chef me hizo sospechar, aunque el picor de güebos del susodicho dirigió las pesquisas en una dirección insospechada
#8De modo que antes de que el individuo cuyo atentado gastronómico había tenido la mala fortuna de ingerir pudiese escapar, conminé a mi fiel ayudante, el Doctor Watson, a ponerse los guantes y examinar sus partes bajas.
-- Sí, Watson, lo entiendo, no llevas los guantes encima, pero eso no es culpa mía, vamos, procede a examinar al sujeto y no me seas tiquismiquis.
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-- Sí, Watson, lo entiendo, no llevas los guantes encima, pero eso no es culpa mía, vamos, procede a examinar al sujeto y no me seas tiquismiquis.