#8 la agricultura ofrece esos trabajos y esos sueldos. Es un problema de sistema y no del origen del trabajador, que si algo hace es el trabajo que otro no quiere porque el trabajo es así, y es totalmente respetable pues cada uno debe seguir sus anhelos y expectativas. A mi pueblo, por ejemplo, (un pueblo pequeno entre caceres y salamanca) todas las primaveras vienen gitanos de Portugal, ya que, salvo cuatro viejos y algunos jóvenes con amor por la tierra de sus mayores, nadie quiere recoger la fruta. Así pues estos inmigrantes se quedan un tiempo con contrato que suelen firmar con las coperativas de la zona, y al acabar la temporada van a otro lugar a recoger otra cosecha. Si no lo hiciesen, sería imposible hoy por hoy cosecharlo todo.

Que hay que cambiar muchas cosas y hacer la actividad agrícola económicamente sostenible, por supuesto. Pero a mi juicio eso no es razón para cargar contra el trabajador (extranjero) que cobra un sueldo legal, a precio por hora trabajada acorde al mercado laboral. Otra cosa es el fraude al que algunos trabajadores y patrones se prestan, y en el que por razones obvias encontramos más desesperación y quizás desconocimiento que mala fe en el trabajador y, salvo excepciones, pocos escrupulos por parte del patron que juega así de sucio, pero eso tampoco debe representar a la totalidad de trabajadores del campo ni granjeros.