#6 ¡Pardiez! Vive Dios que no tuvieron suficientes bemoles entre las fuerzas de la ley y todas las sonatas de Chopín para detener al altísimo. Hay que ser miserable para prender a un párroco por los pecados de luzbel
#8 "Jamás había visto esta sustancia que parece polvo blanco y por la cual la gente paga fortunas, no hay otra explicación que pensar que ha sido el diablo quien la ha puesto aquí para buscarme problemas e impedirme seguir con las labores de Cristo, ahora ustedes, ¿piensan ponerse del lado del demonio o del del Señor que todo lo puede?"
#10 "Sin duda la sustancia ha de estar maldita. Para la seguridad de los agentes y de todo el pueblo sugiero que nadie la toque, que yo, como es mi deber, esta noche me ocuparé de ella. Le haré un exorcismo con agua bendita acompañado de otros prelados de gran experiencia en las trampas del diablo y me desharé de ella de forma que ningún mal pueda causar. El diablo no se saldrá con la suya. Es importante advertir que ningún aldeano debe acercarse a la ermita esta noche, da igual los diabólicos ruidos que oyeren, incluso música del demonio, por su bien."
#11 Nada como un buen exorcismo para sacar al diablo de la casa del señor. Rezaré tres novenas, y dos ave maría por el éxito de una inquisición digna de constar en los anales de la historia, y apretaré el cilicio con saña, por si el dolor del martirio, reflejo del que sufrió Jesucristo nuestro señor, sirviera para interceder ante el altísimo.
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