#1 #2 #3 #4 los anglos exportaron herejes. Mientras que en el imperio que iniciaron los reyes católicos no había herejías, no había otras religiones, la península era un páramo habitado solo por "cristianos viejos" pendencieros. Era el paraíso de las señoras con bigote que pasean vírgenes, así que por ese lado las mujeres no tenían razones para salir de la península. Los anglos, en cambio, llevaban al Nuevo Mundo familias que formaban una sociedad colonial autosustentada. Tampoco se enfrentaron a nada parecido a los aztecas o al imperio Inca, todo lo más a la confederación iroquesa. A partir de ahí, la colonización fue factible porque todo hacia el Oeste eran pequeñas tribus de cazadores recolectores que se iban doblegando con relativa facilidad a la expansión lenta y progresiva de los colonos. Mientras lo que se desperdigaba desde la península eran pobres desarrapados, hidalgos venidos a menos, soldados de fortuna. El excedente de nobles y soldadesca que antaño había desaguado Europa en Tierra Santa. No eran una sociedad expandiéndose de forma colonial, era una tropa progresando a base de alianzas con los nativos que se iban encontrando por el camino. Eran más parecidos a conquistadores helenísticos. Dependían del imperio en lo político y de las indias, de las mujeres indias, en la cosa del vivir, no porque optaran por el multiculturalismo y se enamoraran de las Pocahontas. Ellos habrían estado más contentos arrejuntados con sus manchegas con bigote. Los anglos, por el contrario, venían con señoras rubias espectaculares, progresaban de manera encapsulada y autónoma con respecto al medio que los rodeaba, y también con respecto a la corona. La única bondad de los españoles es que procedían de un imperio y les tocó bregar con imperios. Son dos maneras distintas de expandirte, la forma colonial y la forma imperial, con la segunda vas más rápido, mantienes la política de la metrópoli, pero también te absorbe la población nativa, empiezas macedonio y acabas seleúcida.