Una junta militar podría montar su propio Congreso, promulgar una ley para echar a sanchinflas, otra para amnistiarse, colocar su propio Tribunal Constitucional y declarar que no han violado la Constitución.
Y, con los argumentos de los leales al sanchifato, sería legítimo.
Y, con los argumentos de los leales al sanchifato, sería legítimo.
Y lo peor es que es defendible, ya fuera de coña, si usamos los mismos argumentos que ha usado la PSOE para lograr la investidura.
A algunos les podría estallar la cabeza de tanto doblepensar.