Una mujer que se muestra como sufridora o víctima, aunque lo esté empleando para machacar a la pareja, hijas/os,… al mostrarse como víctima se la toma como tal; no se ve el victimismo como arma. Cuando en la historia de las mujeres el sufrimiento es un arma que las madres frecuentemente usan para supeditar a las hijas sobre todo.
La dicotomía mujeres = víctimas / hombres = verdugos, una vez más, reproduce la organización social patriarcal De la que estamos imbuidos/as, a la cual contribuyen cada vez más mujeres.
Dicotomía que perjudica tanto a mujeres como a hombres; a los hombres, porque en estos momentos están indefensos frente a la ley y la sociedad; y a las mujeres, porque una vez más, se nos identifica en nuestro rol de víctimas, olvidando una de las reivindicaciones de la psicología femenina que es el que las mujeres puedan integrar la agresividad manifiesta como parte de su identidad personal y social: agresividad necesaria para poner límites, autoafirmarse, hacerse respetar,…
Entiendo la protección positiva a las mujeres, frente a la desigualdad física entre hombres y mujeres. Pero en el caso del maltrato psíquico, las mujeres parece que psíquicamente somos más poderosas: mayor capacidad empática, mejor manejo y verbalización de las emociones, tanto propias como de los demás,… tanto para bien como para mal. ¿No sería necesario tomar medidas de acción positiva para proteger a los hombres del maltrato psicológico, dada la desigualdad a favor de las mujeres?
NOTA. Amaia Beranoagirre Arteaga es psicóloga En 2005 ya se habla de esto.
La dicotomía mujeres = víctimas / hombres = verdugos, una vez más, reproduce la organización social patriarcal De la que estamos imbuidos/as, a la cual contribuyen cada vez más mujeres.
Dicotomía que perjudica tanto a mujeres como a hombres; a los hombres, porque en estos momentos están indefensos frente a la ley y la sociedad; y a las mujeres, porque una vez más, se nos identifica en nuestro rol de víctimas, olvidando una de las reivindicaciones de la psicología femenina que es el que las mujeres puedan integrar la agresividad manifiesta como parte de su identidad personal y social: agresividad necesaria para poner límites, autoafirmarse, hacerse respetar,…
Entiendo la protección positiva a las mujeres, frente a la desigualdad física entre hombres y mujeres. Pero en el caso del maltrato psíquico, las mujeres parece que psíquicamente somos más poderosas: mayor capacidad empática, mejor manejo y verbalización de las emociones, tanto propias como de los demás,… tanto para bien como para mal. ¿No sería necesario tomar medidas de acción positiva para proteger a los hombres del maltrato psicológico, dada la desigualdad a favor de las mujeres?
NOTA. Amaia Beranoagirre Arteaga es psicóloga En 2005 ya se habla de esto.