#30 Todo es ponerse a construir. Se les enseña a hacer algo en la vida que no sea delinquir. No tienes que ponerles de ingenieros, que trabajen en lo que se pueda a cambio de un salario descontando los gastos. Por ejemplo, limpiar de matorral las carreteras, desatascar los filtros de las depuradoras (para esto sí estamos usando ingenieros) y, a quien demuestre alguna aptitud, se le enseña un oficio y que progrese.
#31 Si no les apetece no lo harán (la Constitución prohíbe los trabajos forzados).
Tampoco se les pueden ofrecer beneficios penitenciarios a cambio de currar (eso se lo cargó una sentencia del Supremo hace bastantes años).
Así que habría que ver primero qué les apetece aprender a los señoritos y luego ver si les apetece hacerlo. Ah, y con su mutua médica privada (no es broma).
Todo para que en el mejor de los casos le quiten el trabajo a alguien que no ha cometido ningún delito (y que, siendo un trabajador poco cualificado, tampoco está para fiestas).
Sale más a cuenta que se dediquen a tocarse el nabo y fumar durante dos décadas. Es así de triste.
#34 Yo digo esto desde la frustración y reclamo mi derecho a cuñadear de cuando en cuando, no tengo ni remotamente una solución, pero con estas cosas me puede la entraña. Afortunadamente, la justicia no está en mis manos porque no sé si en un caso como este yo sería justo o justiciero.
Dicho lo cual, estoy de acuerdo con lo que expones. La ley, creo, es laxa para estos criminales y el sistema, implacable para los honrados que sí querrían trabajar.
#30#31 para que no parezca que solo traemos criminales, hay que decir que son más los inmigrantes que vienen sin formación ni nada, y que deslomamos en las fresas o en las lechugas o cuidando de nuestros papás y abuelos y salvo trabajar y trabajar para nosotros no hacen cosas excesivamente molestas. Algo nos debe estar saliendo a cuenta si los estamos empleando en vez de a los aborígenes.
#39 Claro que sale a cuenta: que cobran menos. Y como estén jodidos, que se dejan explotar mejor.
De lo que nos viene una parte pequeña era delincuente en su país o viene decidido a delinquir: la mayor parte vienen a currar.
Lo malo de los que vienen a delinquir es que vienen con la forma de delinquir de allí, y acostumbrados a cómo les trataban allí si se les ocurría hacer lo mismo (aquí les da la risa, y no me extraña).
#39 Esto sí me parece importante. Los sacos de escombro como estos son menos. Y doy fe de que he conocido gente muy honrada y sin ínfulas, venir a trabajar aquí en lo peor del verano a pasar horas al sol y dar de comer a la familia que tengan. Al acabar, se marchan a buscar otro empleo igual sin que se les pase por la cabeza otra cosa que no sea buscar trabajo.
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"Vienen a pagarnos las pensiones", pero su formación profesional a menudo es nula, son buscavidas que no saben hacer nada productivo.
Dos milloncejos. A recordar cuando vengan los recortes, y a aplaudir con resiliencia.
Tampoco se les pueden ofrecer beneficios penitenciarios a cambio de currar (eso se lo cargó una sentencia del Supremo hace bastantes años).
Así que habría que ver primero qué les apetece aprender a los señoritos y luego ver si les apetece hacerlo. Ah, y con su mutua médica privada (no es broma).
Todo para que en el mejor de los casos le quiten el trabajo a alguien que no ha cometido ningún delito (y que, siendo un trabajador poco cualificado, tampoco está para fiestas).
Sale más a cuenta que se dediquen a tocarse el nabo y fumar durante dos décadas. Es así de triste.
Ponlos en aislamiento sin nada de ocio unos días.
Ya querrán hacer lo que sea, aunque sea por pasar el rato.
La Constitución que nos hemos dado dice que no. Nos la podremos saltar para otras cosas, pero para esto va a ser que no.
Dicho lo cual, estoy de acuerdo con lo que expones. La ley, creo, es laxa para estos criminales y el sistema, implacable para los honrados que sí querrían trabajar.
De lo que nos viene una parte pequeña era delincuente en su país o viene decidido a delinquir: la mayor parte vienen a currar.
Lo malo de los que vienen a delinquir es que vienen con la forma de delinquir de allí, y acostumbrados a cómo les trataban allí si se les ocurría hacer lo mismo (aquí les da la risa, y no me extraña).