#3#7 Yo llevo casco cuando voy en bici/moto y cinturón cuando voy en coche. Ya lo llevaba en los asientos de atrás antes de que fuese obligatorio porque me parece una buena medida de seguridad.
Pero me parece una auténtica vergüenza y un ejemplo de lo retorcida que es esta sociedad el que se obligue a llevar casco y cinturón a los demás. No es ya el hecho de que esto ocurra, es lo normal que os parece a la inmensa mayoría el elegir cómo deben pensar los demás. Es una puta locura que ese tipo de intromisión en la vida de los demás esté tan normalizada. Y las excusas de "es por tu bien", "si te estrellas tenemos que pagar los demás el hospital" o "luego se quejan" dan pena.
Crecemos en un mundo en el que esto es lo más normal del mundo, simplemente lo aceptamos y ni le echamos cuentas. Esto es mucho más grave de lo que parece, por lo que sintetiza e implica. Tristeza inmensa
Decirle a otros cómo pensar o vivir se llama predicar, según la intención y el contexto esto se puede entender como una manipulación pero aún así es legal y eres libre de hacerlo si a ti te parece lo correcto. Pero pasar al siguiente paso y directamente obligar es simplemente siniestro.
#9 Ya, sé que no has hablado de obligar, y como ya he dicho yo estoy de acuerdo con esas medidas de seguridad y las he seguido incluso antes de que fuesen obligación.
Justo mientras respondías he añadido un último párrafo. El que alguien predique a mí personalmente me parece que entra dentro de su libertad. La obligación a los demás no es aceptable.
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Yo sería incapaz de ir en bici sin casco ni guantes.
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Pero me parece una auténtica vergüenza y un ejemplo de lo retorcida que es esta sociedad el que se obligue a llevar casco y cinturón a los demás. No es ya el hecho de que esto ocurra, es lo normal que os parece a la inmensa mayoría el elegir cómo deben pensar los demás. Es una puta locura que ese tipo de intromisión en la vida de los demás esté tan normalizada. Y las excusas de "es por tu bien", "si te estrellas tenemos que pagar los demás el hospital" o "luego se quejan" dan pena.
Crecemos en un mundo en el que esto es lo más normal del mundo, simplemente lo aceptamos y ni le echamos cuentas. Esto es mucho más grave de lo que parece, por lo que sintetiza e implica. Tristeza inmensa
Decirle a otros cómo pensar o vivir se llama predicar, según la intención y el contexto esto se puede entender como una manipulación pero aún así es legal y eres libre de hacerlo si a ti te parece lo correcto. Pero pasar al siguiente paso y directamente obligar es simplemente siniestro.
Mi escritor de comics favorito se llama Bill Mantlo y lleva 30 años en una residencia por patinar sin casco y llevo este tema grabado a fuego.
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Justo mientras respondías he añadido un último párrafo. El que alguien predique a mí personalmente me parece que entra dentro de su libertad. La obligación a los demás no es aceptable.